Por Eldad Shavit
Incluso después de la reunión virtual celebrada por los presidentes [Joe] Biden y [Vladimir] Putin, la tensión no ha disminuido.
La concentración de fuerzas rusas en la frontera con Ucrania se interpreta en Occidente como la preparación para un ataque militar contra Ucrania.
A pesar de las advertencias de una invasión inminente, las intenciones del presidente Putin no están claras para Occidente ni siquiera ahora.
¿La acumulación de fuerzas se debe a una decisión que ya se ha tomado para invadir Ucrania, o está destinada principalmente a proporcionar una palanca para impulsar las demandas rusas tanto de Ucrania como de Occidente?
En una propuesta de acuerdo emitida por el Ministerio de Exteriores de Rusia, hay demandas de gran alcance de garantías de seguridad: un acuerdo bilateral con los Estados Unidos sobre una promesa mutua de seguridad para los dos países y un acuerdo multilateral con los países de la OTAN.
En respuesta a los pasos de Rusia, la administración estadounidense está invirtiendo en esfuerzos para disuadir a Moscú de acciones ofensivas.
En una conversación con Putin, Biden amenazó con que Estados Unidos adoptará «fuertes medidas económicas» y aumentará la ayuda militar a sus aliados en la región si Rusia invadía a su vecino.
Al mismo tiempo, el asesor de seguridad nacional [Jack] Sullivan enfatizó que la estrategia estadounidense implica una estrecha coordinación con sus aliados hacia el diálogo con Rusia con el propósito de desescalar.
Refiriéndose a la lista de reclamos que ha presentado Rusia, señaló que Occidente establecería una contra-lista, y el diálogo entre las partes se llevará a cabo sobre la base de estas listas.
Incluso si la tensión entre las potencias no se traduce en movimientos militares, parece que la crisis entre Rusia y Occidente se ha intensificado recientemente y sus implicaciones exigen que la administración estadounidense le dedique mucha atención y recursos. Estos desarrollos, y ciertamente el escenario de deterioro militar en Ucrania, requieren que Israel formule rápidamente su política a este respecto.
El deseo de continuar manteniendo buenas relaciones con Rusia puede entrar en conflicto con las demandas de la administración estadounidense, en particular si se toma la decisión de aumentar significativamente las sanciones contra Rusia.
Además, a la luz de la expectativa de que la competencia entre las superpotencias se intensificará durante el próximo año, es importante que Israel ya se concentre en formular una estrategia general en respuesta.
Fuente: The Institute for National Security Studies
Israel «ya» no debería expedirse. Es una situación que se da a miles de kilómetros y no afecta directamente al país. Sí lo hace la presencia rusa en Siria de lo cual EE UU no tomó riendas en el asunto.