Por Chuck Freilich
Los medios de comunicación publicaron informes sobre un nuevo acuerdo «dramático» de armas entre Estados Unidos e Israel, concluido en Washington la semana pasada, para un tercer escuadrón de F-35, otro escuadrón de F-15, 12 helicópteros de ataque Apache y municiones aéreas.
En la práctica, el acuerdo lleva varios años en marcha y está incluido en el paquete de ayuda especial de 14.000 millones de dólares anunciado por el presidente [Joe] Biden al comienzo de la guerra.
Además, el acuerdo se retrasó por la continua indecisión de la Fuerza Aérea con respecto a la combinación adecuada entre el avanzado avión F-35 y los F-15 más baratos y menos sofisticados.
La inestabilidad política en Israel en los últimos años, que afectó el proceso de toma de decisiones del Gabinete sobre el tema, contribuyó aún más al retraso.
La petición de Israel de aumentar el número de helicópteros de combate, una conclusión derivada de su experiencia en la guerra actual, es el principal cambio en el acuerdo final.
Los helicópteros se suministrarán a partir de unos dos años, los F-35 a partir de 2027 y los F-15 a partir de 2028.
No hay duda de que la conclusión del acuerdo -aunque todavía está sujeta a la aprobación del Congreso- es muy importante para Israel.
Al mismo tiempo, es difícil deshacerse de la sensación de que hubo quienes intentaron dramatizar demasiado el acuerdo para obtener beneficios políticos.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies