El neonazi alemán Stephan Balliet fue condenado hoy a siete años de prisión adicional por un intento de fuga de la cárcel en la que cumplía su condena a cadena perpetua por el atentado contra una sinagoga en la ciudad alemana de Halle (este) en el que mató a dos personas.
Según informaron medios alemanes, la sentencia fue impuesta por la Audiencia Territorial de Stendal, que juzgó a Balliet por el intento de fuga con toma de rehenes que se produjo en diciembre de 2022.
Con un arma fabricada con útiles de escritura y pilas, el extremista logró coaccionar a dos guardias para que le abrieran diversas puertas en la prisión de máxima seguridad de Burg, hasta que llegó a una exclusa para vehículos que no logró traspasar por razones técnicas y donde fue aprehendido.
«Simplemente quería ser libre», había declarado Balliet ante el tribunal en enero, tras admitir los hechos.
El intento de fuga, que duró más de una hora, causó indignación en su momento debido a la facilidad con la que el preso, catalogado como extremadamente peligroso, burló las supuestas medidas de seguridad existentes en la prisión de Burg.
Balliet trató de atentar contra la sinagoga de Halle el 9 de octubre de 2019, mientras se celebraba la festividad judía de Yom Kippur, pero no logró entrar al recinto debido a las medidas de seguridad existentes.
Frustrado, asesinó a una mujer de 40 años que pasaba por la calle y a un cliente de un puesto de comida rápida cercano al que tomó por extranjero, todo ello mientras retransmitía en directo a través de una cámara sujeta en la cabeza, antes de herir a varias personas más en su huida.
Antes del atentado, había publicado un manifiesto en el que indicaba su intención de cometer una masacre de judíos, ya que los responsabilizaba de favorecer la migración de musulmanes a Europa. EFE