¿Cantos de Sirena? Los intentos de aliviar la tensión entre EEUU y China

El secretario de Estado norteamericano Antony Blinken con el ministro de Exteriores chino Qing Gang en Beijing el 18 de junio de 2023 Foto: Departamento de Estado de EE. UU. / Chuck Kennedy vía Flickr

Por Ofir Dayan y Shahar Eilam

Las tensiones entre Estados Unidos y China se han intensificado en los últimos meses, desde la visita a Taiwán en agosto pasado de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, hasta la interceptación del globo espía chino en febrero de 2023, pasando por la visita a EE. UU. del presidente de Taiwán en abril.

Sin embargo, en las últimas semanas ha habido un esfuerzo por encarrilar las relaciones, que culminó con la visita del Secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, a Beijing (18 y 19 de junio).

Aunque la visita pretendía ser una señal de calma, se notó tensión cuando se confirmó oficialmente la reunión entre el secretario de Estado y el presidente chino, Xi Jinping, solo unas horas antes de que se llevara a cabo.

Los temas discutidos ilustran la naturaleza de la relación y los asuntos en la agenda común, junto con los temas en disputa.

En temas como la estabilidad económica y la crisis climática, las partes acordaron trabajar juntas, pero a pesar de las súplicas de Blinken, los chinos se han negado a coordinar la seguridad, lo que indica que China no está lista en esta etapa para aceptar las reglas del juego estadounidenses que distinguen áreas de competencia de las áreas de cooperación.

Aunque China no está interesada en el deterioro de la seguridad, parece que pretende utilizar el diálogo sobre seguridad como moneda de cambio.

Los esfuerzos de EE. UU. para calmar continúan a pesar de que ocurrió un incidente diplomático después de la visita cuando el presidente de EE. UU. comparó a su homólogo chino con un dictador.

El adjunto de Blinken habló con el embajador chino en EE. UU., la secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, visitó Beijing la semana pasada para discutir las relaciones económicas entre los países, y se espera que el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, visite EE. UU. pronto.

El secretario de Estado definió la competencia con China como a largo plazo, y parece que ambos países están tratando de diseñar las reglas del juego sin verse arrastrados a fricciones y escaladas innecesarias.

Estados Unidos quiere que China prospere económicamente, pero no demasiado, y no a sus expensas o en áreas que pondrían en peligro su seguridad y posición.

Si bien no se trata de una cuestión de amistad, las últimas semanas demuestran que ambas partes tienen interés en mantener la coordinación y el contacto para aliviar las tensiones y evitar que se deteriore hacia una escalada militar, de la que todos tienen algo que perder.

Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies

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