Bibi e Indiana Jones

27 mayo, 2019 , ,
Biniamín Netanyahu Foto: GPO Amos Ben Gershom vía Flickr

En una de las películas de la saga de Indiana Jones, hay una escena muy famosa. Indiana Jones queda enfrente de un hombre armado con espadas que hace malabarismos delante de él en lo que parece ser la antesala de su asesinato. Indiana Jones se muestra asustado ante el aguerrido y cruel hombre, cuando cae en cuenta que tiene su pistola al cinto, la desenfunda y termina liquidando a su eventual agresor.

Benjamín Netanyahu e Israel se parecen a Indiana Jones.

Los gobernantes de Gaza parecen al espadachín farolero. Ciertamente, estos últimos asustan y molestan. Infunden cierto temor y obligan a reflexionar y preparar cierta defensa. Pero, en definitiva, su propia inconsciencia y temeridad resultan en justo aquello que debemos temer.

Israel tiene una pistola al cinto para protegerse de quienes la amenazan con destruirla. La pistola al cinto la constituyen sus Fuerzas de Defensa, su preparación ante los distintos escenarios de ataque: atentados suicidas, túneles, cohetes. El sistema Cúpula de Hierro capaz de interceptar en el aire cargas explosivas letales.

El espadachín de turno presume ante un público que lo aplaude, pero no le resuelve su drama. En su fantasía y fanatismo, cree que amedrentará a Indiana Jones o lo turbará con algún factor sorpresa que, por efímero, ha de desvanecerse.

Bibi ha jugado la carta de la estrategia a mediano y largo plazo. La de explicar y convencer, protegerse y no dejarse intimidar. Ha sido un largo camino cuyos frutos se ven de poco a poco. Hamas y sus acólitos, han jugado la carta de la media, del drama y de la insensatez. La victimización a toda costa, la culpa de otros y nunca responsabilidad propia.

En la bien entrada segunda década del siglo XXI, el mundo tiene otras preocupaciones más importantes que un conflicto no resuelto desde hace más de 70 años por intransigencia extrema de una de las partes. El pistolero de la saga de Indiana Jones, ya no es capaz de despertar temores ni arrastrar tanto público como antes. Indiana Jones tampoco pone cara de asustado ni se tarda mucho en desenfundar. Una escena que causa al principio cierta expectativa y algo de susto, termina por ser algo cómica, o más bien, tragicómica.

Pero queda por concluir que buena parte de los problemas que se confrontan en el mundo tienen su raíz en aquello de no enfrentarlos de raíz, sino de forma superficial. La presión mediática, la propaganda y la banalización logran primeras planas y resultados que se esfuman. No resuelven los problemas.

Benjamín Netanyahu, que se enrumba a ser el Primer Ministro de Israel con más días en el cargo, tiene en la constancia y en la planificación el secreto de su éxito como político, y la fórmula que lo ha llevado a conseguir logros para su país. Algo más que el Harrison Ford que interpreta a Indiana Jones, quizás es mejor compararlo con Steven Spielberg, el director de la saga.

Entre el Templo de la Perdición y el Arca Perdida, Bibi ha sabido sortear los problemas del convulso Medio Oriente y las adversidades que le presentan aquellos de quienes no goza la mayor simpatía…. Pero sí el respeto.

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