Por Tamir Hayman
El acuerdo regional en Medio Oriente, que incluye poner fin a la guerra en Gaza y lograr la normalización con Arabia Saudita, contiene tres etapas y requiere dos decisiones cruciales.
Los riesgos son más tangibles que las oportunidades, pero el beneficio estratégico es enorme.
1. Rafah: acuerdo sobre los rehenes
La oportunidad: Parece que la propuesta sobre la mesa está en línea con las condiciones previas de Hamás. Si se acepta la propuesta, se allanará el camino para una larga pausa en los combates. Esta pausa puede utilizarse para negociar un alto el fuego con Hezbollah y obligar al retiro de la fuerza Radwan de la frontera a través de un entendimiento temporal que permitirá a los habitantes del norte del país regresar a sus hogares.
El riesgo: si Hamás sale victorioso, su líder Sinwar podría endurecer sus posiciones, hasta el punto de impedir o posponer un acuerdo. En tal caso, la única herramienta del Gobierno israelí será la presión militar y una operación militar en Rafah. Si la medida no se coordina con Estados Unidos, puede poner en peligro la continuación del apoyo estadounidense. Sobre todo, la situación actual, caracterizada por el estancamiento y la indecisión, desperdicia el precioso tiempo que queda para salvar a los rehenes.
2. Ramallah: consentimiento de la Autoridad Palestina e Israel para permitir que una fuerza internacional se haga cargo de la administración civil de Gaza
La oportunidad: La coalición árabe-occidental, que trabaja en coordinación con Israel, pretende asumir la responsabilidad de la administración civil de Gaza y ayudar en su rehabilitación. Estados Unidos, que lidera la coalición, apoya esta dirección y garantizará el éxito de esta iniciativa, si Israel acepta los términos.
El riesgo: una de las condiciones es la implicación de la Autoridad Palestina, que los países árabes exigirán para su participación, con el consentimiento de Israel. La Autoridad Palestina hará esto como parte de un proceso que, en su opinión, conduce al establecimiento de un Estado palestino. Aunque esto es sólo una visión y no un plan real, carece del apoyo del actual Gobierno israelí. A falta de una alternativa, parece que Hamás restablecerá la situación civil en la Franja de Gaza y seguirá gestionando la ayuda como medio para recuperar su dominio y su poder militar.
3. Riad: normalización con Arabia Saudita
La oportunidad: Estados Unidos y Arabia Saudita continúan promoviendo la normalización. Esto representa un cambio estratégico significativo para Israel, particularmente contra Irán.
El riesgo: para Arabia Saudita, la normalización con Israel no es un interés vital. Por lo tanto, los sauditas insistirán en un componente político palestino como parte del proceso, como un «impuesto» para el mundo árabe. Podrían contentarse sólo con una «visión de dos Estados», pero es dudoso que el actual Gobierno israelí, dada su composición, sea capaz de aceptar eso.
En conclusión, nos encontramos en una encrucijada.
Israel tiene la clave para tomar decisiones que pongan fin a la guerra a cambio del regreso de los rehenes y para permitir que la Autoridad Palestina asuma la responsabilidad de gestionar Gaza.
Estas difíciles decisiones tienen el potencial de mejorar la posición estratégica de Israel en Medio Oriente, pero no garantizan la derrota de Hamas y ciertamente no cumplen con la desafortunada definición (tras el fracaso del 7 de octubre) de una «victoria total».
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Todo eso sería un riesgo absoluto en contra de la seguridad de Israel. Mientras exista Hamás en Gaza, Israel no estará seguro. Terminar con Hamás en gaza es vital para Israel. De lo contrario volverán a tener ataques desde Gaza todo el tiempo.
Rafah la batalla perdida. No creemos q pasado las 72 horaa de bibi las FDI vayan a entrar a Rafah para cumplir con unas de sus promesaa después del 7-O. Hamás actuó desde el día para teber contra las cuerdas a Isral y terminará con más pena que gloria. Se perdió la iniciativa a ahora se pagaran las consecuencias.
Israel debe tomar sus decisiones sin negociaciones diplomáticas. Con o sin el apoyo de Estados Unidos u otros paises aliados lo que está en juego por sobre todo es su soberanía; asimismo la democracia, seguridad y autodeterminación. Al fin y al cabo no quedará bien con nadie y se expone a que el conflicto contra Hamas se extienda por años. Aquí las probabilidades en las negociaciones son tan peligrosas como los riesgos. No a la negociación!