Después de los rumores, finalmente se confirmó. Luego de tres años, Israel vuelve a ser sede el Festival Midburn, que se realizará durante cinco días en el desierto del Negev.
Midburn es la versión israelí de Burning Man Festival, nacido en 1986 en el desierto de Nevada, Estados Unidos. El evento israelí es el segundo más grande por fuera del original, solamente superado por el Africa Burns. Atentos a los protocolos, este año para ingresar existe la posibilidad de realizarse un test de COVID-19.
Fundado en 2014, el evento ha atraído cada vez más personas, con un récord de 8.000 personas en 2016. No se trata de un típico festival de música, no hay escenarios oficiales.
Esencialmente, es una especie de festival de arte, autoexpresión y comunidad, organizado como un campamento enorme. Como en el evento original en Nevada, el último día se enciende un muñeco gigante en llamas, de ahí el nombre, inglés para «hombre quemándose».