¿Qué ganamos de una buena relación con Brasil? – Por Modi Ephraim

27 diciembre, 2018 , ,
El embajador de Israel en Brasil, Yossi Shelley, junto a Bolsonaro. Foto: Twitter - Israel no Brasil

Modi Ephraim – Dir. del Dpto. de América Latina y el Caribe en la cancillería israelí

La próxima semana será juramentado el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. El presidente, un hombre conservador de derecha con un pasado militar, es un cálido amigo de Israel y ha expresado en diversas oportunidades su apoyo, así como su aprecio a sus logros y capacidades tecnológicas.

Bolsonaro declaró que ve en Israel un modelo de desarrollo económico y una solución al problema del agua en el noreste de Brasil. Además del agua, el potencial de cooperación entre los países es muy grande también en otras áreas como agricultura, aviación, turismo, comunicación, seguridad interna, ciencia, espacio e innovación.

En su política exterior, Bolsonaro busca cambiar la dirección de sus antecesores y dirigirse al occidente para asociarse con Estados Unidos y con países como Israel, Japón, Canadá y Corea del Sur. Se opone ideológicamente a los regímenes de tintes socialistas-comunistas y ha criticado duramente en el pasado a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Brasil es el país más grande e importante de América Latina, el quinto país más grande del mundo, con unos 8.5 millones de kilómetros cuadrados (400 veces el tamaño de Israel) y su población es de unos 210 millones de personas. Su economía, la octava más grande del mundo, se está recuperando tras la crisis de la caída de precios de los productos en la última década y está volviendo a crecer en el último año y es ahora uno de los 10 principales destinos de exportación de la industria israelí.

En Brasil hay una comunidad judía grande, sionista y cálida, que junto con los brasileños en Israel han sido a través de los años un puente activo y vibrante entre el amigable pueblo de Brasil e Israel. Recientemente, hemos visto un creciente apoyo a Israel por parte de muchos miembros de la comunidad evangélica en Brasil que ya cuenta con alrededor de 50 millones de personas.

Modi Ephraim. Foto: Captura de pantalla – Israel en Español

El renovado acercamiento entre Brasil e Israel se produce unos 71 años después de que el brasileño Osvaldo Aranha presidiera la Asamblea General de la ONU durante la decisión del Plan de Partición el 29 de Noviembre de 1947, que llevó a la creación del Estado de Israel. A lo largo de los años, las relaciones entre Israel y Brasil tuvieron altos y bajos. Bolsonaro, que se concentró en su campaña electoral en la lucha contra la corrupción y el aumento de la criminalidad, superó con un impresionante margen de más de 10 millones de votos al candidato del partido de los trabajadores (PT) que gobernó Brasil durante la última década y que, más de una vez, promovió iniciativas pro palestinas y negativas hacia Israel.

De esta forma se convirtió el amigable congresista de Rio de Janeiro en el presidente electo de Brasil. Bolsonaro visitó varias veces Israel y en su última visita en Mayo del 2016 estuvo en Galilea y Jerusalén, además de asegurarse de visitar el Muro de los Lamentos. A principios del próximo año planea realizar otra visita a Israel, esta vez en una visita oficial como el presidente de Brasil.

En los próximos días el primer ministro Netanyahu visitará Brasil para la investidura de Bolsonaro en la presidencia, con el objetivo de promover las relaciones entre los dos países y acordar la cooperación en diversas áreas. Después de la primera visita del primer ministro a finales del 2017 en tres países centrales de América Latina – Argentina, México y Colombia – y como parte del proceso de acercamiento y fortalecimiento de las relaciones en los últimos años de Israel con los países de América Latina, el vínculo renovado con Brasil genera numerosas posibilidades a Israel para una cooperación diplomática y para avanzar el estatus de Israel en América Latina y en el escenario internacional. Además de esto, es una oportunidad única para el mercado israelí de un avance significativo en la actividad económica y comercial con una de las diez economías más grandes del mundo.

Hay una gran expectativa aquí de que Bolsonaro siga los pasos de Estados Unidos y Guatemala y traslade la embajada de Brasil a Jerusalén. Declaró en varias oportunidades sobre su intención de cumplir su promesa de la campaña electoral y no hay duda de que este será un tema central en la conversación que tendrá el primer ministro Netanyahu con el presidente brasileño en su cercana reunión en Brasil.

La línea áerea directa que abrió recientemente entre San Pablo e Israel contribuirá, sin lugar a dudas, a aumentar el turismo mutuo entre los países. De modo que junto al turismo de peregrinación, de judíos y muchos brasileños a Israel, ahora mochileros y turistas israelíes podrán disfrutar de este hermoso país, con sus excelentes playas, las poderosas Cataratas de Iguazú, el ritmo de la samba en las calles y la virtuosidad del fútbol en sus canchas.

Se puede resumir este desarrollo positivo en las relaciones con Brasil en las palabras del escritor brasileño Jorge Amado: «El mundo es así – incomprensible y lleno de sorpresas».


Modi Ephraim es vicedirector general del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel y encabeza el departamento de América Latina y el Caribe. 

Artículo publicado originalmente en el portal israelí Ynet

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