El piloto y el navegante del avión de combate F-16 israelí derribado recientemente por el fuego antiaéreo sirio no se defendieron como debían, concluye la investigación del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) sobre el incidente.
«El equipo profesional falló al no defenderse como era necesario. Sus acciones no estuvieron en línea con el orden de prioridades, cuando se enfrentaron a la amenaza de los misiles», determinó la investigación.
Los combates del 10 de febrero pasado, comenzaron a primeras horas de la mañana cuando un dron iraní se infiltró en el territorio israelí. Un helicóptero Apache de la Fuerza Aérea derribó al intruso (el avión no tripulado iraní); mientras que, simultáneamente, aviones de combate recibieron órdenes de atacar, en represalia, doce blancos sirios e iraníes en Siria. Al regresar de la misión, los aviones israelíes fueron atacados por un intenso fuego antiaéreo sirio. Un misil explotó muy cerca de una de las aeronaves israelíes y derribándola.
El piloto y el navegante lograron eyectarse, y abandonar el aparato antes de que se estrellara cerca del Kibutz Harduf, en la Baja Galilea. El piloto resultó gravemente herido; mientras que el navegante sufrió lesiones leves. Ambos fueron dados de alta del hospital.
La investigación del incidente, que fue entregada al jefe de Estado Mayor, Gadi Eizenkot, concluyó que la planificación de la operación se realizó apropiadamente, y que la inteligencia para la misión fue satisfactoria, lo que condujo a la destrucción exitosa de los objetivos, que fueron marcados antes del ataque de represalia.
En total, el sistema de defensa antiaéreo sirio lanzó 27 misiles contra los aviones de la Fuerza Aérea de Israel durante toda la noche y en horas de la madrugada, trece de los cuales fueron disparados mientras aviones israelíes atacaban el centro de comando y control del dron iraní. Uno de los misiles, un anticuado misil SA-5 de largo alcance, hizo impacto sobre el sofisticado avión de combate israelí F-16.
Los sistemas de alerta en el F-16, que fue derribado, funcionaron apropiadamente y alertaron al piloto y al navegante a tiempo sobre la amenaza. Los otros siete aviones que participaron en esa misma misión de bombardeo pudieron defenderse de los misiles enemigos y finalizaron sus tareas con gran éxito.
Sin embargo, el equipo del avión F-16 derribado no se defendió adecuadamente del misil antiaéreo.
El piloto y el navegante no prestaron atención al misil SA-5, que se focalizó sobre su avión. La Fuerza Aérea de Israel determinó que se trató de un error profesional.
Un alto cargo de la aviación manifestó que el centro de control de la Fuerza Aérea podría haber sido más persistente en alertar a los pilotos del misil que se había focalizado sobre su avión, «de manera tal de presentir que podría pasar lo peor para los pilotos».
El oficial también destacó que la cantidad de misiles antiaéreos sirios disparados contra los aviones israelíes fue mucho mayor que en incidentes pasados, pero eso se tuvo en cuenta al preparar la misión. Los equipos de los otros aviones que participaron en la misión fueron instruidos para atacar el centro de control y control del dron iraní, incluso si el avión conductor, que eventualmente fue atacado, está ocupado defendiéndose y no puede completar la misión.
No obstante, la investigación concluyó que la decisión del piloto y el navegante de abandonar la aeronave tras el impacto del misil sirio fue la correcta.
Todo es posible, en una misión que se llama de alto riesgo, pero el coste fue inferios al daño causado. Que nadie habla de eso…PILAS
thank you!!
Felizmente los tripulantes se salvaron, lo hubiera sentido en el alma si la cosa hubiese sido al revés. Instituto Peruano de Criminalìstica. Dr. Cèsar Benavides Cavero
es bueno reconocer errores