El jefe del Servicio de Seguridad General (Shabak), Nadav Argaman, visitó al ex primer ministro y ex ministro de Defensa, Ehud Barak, en su vivienda en Tel Aviv, para advertirle sobre las posibles amenazas a su seguridad durante sus viajes al exterior.
Barak, de 76 años, suele viajar frecuentemente al exterior y no tiene guardaespaldas asignados.
Desde hace años que no tiene asignado ningún personal de seguridad, tras la controversial decisión de un comité ministerial. A veces porta un arma personal.
Argaman le informó a Barak sobre las recientes preocupaciones de que Irán intente dañar a personalidades israelíes en el exterior. La conversación se centró en las formas de brindarle protección.
Barak reveló el año pasado en un programa satírico de televisión que lleva una pistola dentro de su bolso de mano.
«Te voy a revelar un secreto si prometes no difundirlo. Dentro (el bolso de mano) tengo un arma que deja menos de cuatro segundos a los que me obligan a usarla», bromeó Barak.
«Solía tener protección. Fue reducida un tercio debido al buen comportamiento y las limitaciones de recursos», explicó el ex primer ministro.
«El único guardia de seguridad que quedaba fue asignado a Yair (Netanyahu) para protegerlo de los vecinos con perros y de la gente con tendencia radical de izquierda», apuntó Barak cínicamente, refiriéndose a un incidente en el que el hijo del primer ministro Biniamín Netanyahu insultó a una vecina que le reprochó que debería limpiar los excrementos de su perro cuando se pasea con el can en los parques públicos.
En los últimos meses, la seguridad en las instituciones judías e israelíes de todo el mundo se ha incrementado por temor a que Irán intente vengar los ataques israelíes contra objetivos iraníes en Siria.
La seguridad ha sido reforzada en las embajadas israelíes, sinagogas, escuelas judías, etc. Además, los enviados de Israel en el exterior han recibido instrucciones de mantenerse extremadamente alertas y alterar la rutina para frustrar posibles atentados.
Asimismo, Israel solicitó a varias autoridades locales en países altamente sensibles que aumenten la seguridad policial en las instituciones judías e israelíes.