Duterte llega a Israel en visita con una agenda confidencial sobre seguridad

2 septiembre, 2018 , ,
Rodrigo Duterte Foto: Toto Lozano Oficina de Operaciones de Comunicaciones de la Presidencia de Filipinas Dominio Público Wikimedia

El presidente filipino, Rodrigo Duterte, inició una visita oficial de cuatro días a Israel acompañado por una imponente delegación de 400 personas, incluidos ocho ministros y más de 150 empresarios, y con una agenda confidencial sobre asuntos de seguridad.

Se trata de la primera visita oficial de un jefe de Estado filipino Israel desde que ambos países establecieron relaciones en 1957, y, si bien la agenda oficial difundida contiene solo asuntos protocolarios y encuentros con el presidente, Reuvén Rivlin, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, el viaje tiene un amplio contenido de seguridad no difundido, según los reportes.

Duterte, que aterrizó en el aeropuerto de Ben Gurión, en las afueras de Tel Aviv, mantendrá esta noche un encuentro en Jerusalén con miembros de la comunidad filipina en el país, formada fundamentalmente por emigrantes temporales que trabajan en la asistencia de ancianos y discapacitados.

Viaja acompañado por buena parte de su Gabinete, entre ellos los ministros de Defensa, Exteriores, Comercio e Industria, Agricultura, Seguridad Interna, Ciencia y Tecnología, Trabajo y Empleo, Turismo y Transporte, además de senadores, empresarios y un grupo de ex altos cargos de la Policía y el Ejército.

La agenda bilateral comenzará mañana lunes con una reunión con Netanyahu en la mañana y la protocolaria visita al Museo del Holocausto (Yad Vashem) por la tarde, donde mostrará sus respetos a las víctimas del genocidio nazi, hará una ofrenda floral y encenderá una vela en su recuerdo.

Al día siguiente se reunirá con Rivlin y presidirá la firma de acuerdos económicos cuyo contenido no se ha difundido.

«El viaje incluye aspectos que no se han hecho públicos, en particular una visita a una exhibición de armas y equipos avanzados organizada por el Ministerio de Defensa y la firma de una licencia de exploración petrolífera» para una empresa israelí, aseguró el diario «Haaretz».

El acuerdo de exploración, ganado hace tres años por la empresa israelí Ratio Petroleum, estaba desde entonces pendiente de la autorización personal de Duterte, que se concretará en este viaje y le permitirá explorar una pujante zona petrolífera en Filipinas.

La agenda conocida de Duterte no refleja ningún asunto relacionado con transacciones de armas, pese a que es conocido que Israel vende armamento al país asiático, algo por lo que ha recibido críticas de grupos de derechos humanos que consideran que el Gobierno filipino viola esos derechos.

Según el diario «Jerusalem Post», en 2017 Filipinas emergió como uno de los mayores mercados de armas para Israel, con la compra de radares y sistemas antitanque por unos 21 millones de dólares.

Se esperan manifestaciones contra la visita de Duterte en los próximos días, y la líder de la oposición, Tzipi Livni, aseguró que es «una persona muy problemática» y que el viaje tendrá un «perfil público muy bajo».

La embajada de Filipinas en Tel Aviv ha preparado un itinerario alternativo para el grupo de policías y oficiales retirados que integran la delegación, que no se ha difundido.

Se prevé la firma de un acuerdo que mejore las condiciones de los alrededor de 30.000 trabajadores filipinos en el país, la negociación sobre la incorporación de filipinos a la industria turística israelí y el establecimiento de vuelos directos entre Tel Aviv y Manila.

En 2016, Duterte, conocido por su lenguaje incorrecto y declaraciones controvertidas y por su dura guerra contra las drogas, provocó fuertes críticas en Israel por compararse de forma positiva con Hitler.

Recordó que el líder nazi mató a millones de judíos y aseguró que él hacía lo mismo con los adictos a las drogas, pero luego se vio obligado a disculparse y visitó una sinagoga en Filipinas a modo de expiación.

El Ministerio de Exteriores israelí ha resaltado en un comunicado que se trata de una visita «importante» que conmemora el 80º aniversario del día en que Filipinas abrió sus puertas a refugiados judíos que huían de los nazis, el 70º aniversario del apoyo de Manila al Plan de Partición en la ONU (único país del Sudeste Asiático en hacerlo) y los 60 años del establecimiento de relaciones diplomáticas con la firma del Tratado de Amistad en febrero de 1958.

El viaje «simboliza los fuertes y cálidos lazos entre nuestros dos pueblos, así como el enorme potencial para desarrollar y fortalecer las relaciones», señaló la cartera de Exteriores.

Agregó que «la cooperación entre los dos países florece», así como el apoyo diplomático de Filipinas a Israel en la ONU, y el desarrollo de la «cooperación en el campo de la seguridad y en el combate del terrorismo, en energía, infraestructuras y turismo». EFE y Aurora

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