Dos Pueblos – Dos Naciones

7 diciembre, 2016

Palestinos e israelíes que no están dispuestos a la paz
Aarón Alboukrek
Si hay una coincidencia entre el gobierno demo-teo-crático de Biniamín Netanyahu y el autocrático de la Autoridad Nacional Palestina de Mahmoud Abbás es que ambos apuntan a mantener de manera temerariamente sinuosa el statu quo del conflicto israelí-palestino, es decir y en esencia, la misma y extendida agresión verbal chocando en sentido contrario: ‘No tener derecho a la tierra’. Esto mismo, expresado de manera ideológica en el movimiento de los discursos a través del tiempo: ‘Ser víctima de limpieza étnica’, sea por la ardiente exhalación de ‘los crímenes hebreos de lesa humanidad en Gaza…’ sea por el gélido deseo de ‘un Estado palestino sin judíos’.
Sin embargo, uno y otro tienen conciencia de que la realidad social tanto de israelíes como de palestinos sigue su marcha y que ésta ha cambiado y seguirá cambiando inexorablemente al paso de los años. Después de siete décadas de conflicto, partiendo tan sólo del año de 1948, los cambios arquitecturales del Estado de Israel, por sí mismos, reflejan la agitación del giro demográfico en el área y con él las transformaciones intensas de ambas sociedades.
Después de tantos años de violencia, de miles de muertos y heridos, de los ya casi olvidados acuerdos de Oslo y de la imposibilidad aparente a un nuevo diálogo, parece inevitable suponer, a falta de una argumentación sólida que lo explique mejor, que la solución de dos estados-dos pueblos está siendo empujada al abismo con una estrategia bipolar del desgaste del enemigo, sin importar cuán costoso sea en vidas, en equipo militar y de seguridad, en la salud mental y afectiva colectivas, y para la tranquilidad y auge de la zona, de la región y del mundo.
Todos los subconjuntos religiosos o políticos que matizan la realidad general de la zona y que generen conflicto interno en ambas sociedades facilitan la estrategia del desgaste, el control de la oposición política dentro de la ANP o la expansión del extremismo superortodoxo hebreo gravitan en la manipulación forzada de la inmovilidad. Las contradicciones internas de unas y otras poblaciones no tienden a ser asumidas por los gobiernos como vitalidad de identidad si no como desfiguración. La desfiguración induce al reduccionismo para salvar la identidad anémica de la presión de la pluralidad y así imponer lo teocrático o lo autocrático sobre la paz.  La paz está ahogándose en la uniformidad impuesta de ambos lados de ‘Un estado para ninguna otredad y sólo para sí mismo’.
Ambos necesitan y se apoyan en algún respaldo externo para mostrar el interés de encontrar la paz, pero hasta el momento ambos lo encuentran donde el otro lo rechaza, verbigracia Francia para unos y Estados Unidos para los otros. Sin que se pueda advertir con claridad ambos tienden a manipular esas ayudas externas para impedir el cambio, pues los caminos de esas potencias para la paz no son equivalentes lamentablemente y el uso de los recursos no impide la retroalimentación de la confrontación. Si la UE apoya o impulsa el etiquetado de productos de los asentamientos como una recomendación de compra que se traduciría, políticamente, como uno de los pocos instrumentos de presión que puede ejercer sobre Israel ante la transgresión jurídica de la ocupación, ésta se torna dramática, invariable y automáticamente antisemita para Israel y para gran parte del mundo judío, a pesar de que la UE no es antisemita, ni antijudía, ni antiisraelí, y a pesar de que los protocolos financieros y la cooperación científica e industrial entre la UE e Israel son de gran beneficio para éste último. Según los datos ofrecidos por la Comisión Europea, la UE es un gran socio comercial de Israel que recibe el 35,3% de sus exportaciones totales seguidas por  el 32,1 % que van a los Estados Unidos. Si vemos hacia el lado palestino, la ayuda militar de Estados Unidos a Israel representa el respaldo al sionismo colonialista-expansionista, pese a que la ANP, además del enorme apoyo de la UE, ha recibido miles de millones de dólares de esta potencia sin haber logrado con todos esos recursos en conjunto superar la autocracia ni mejoras trascendentes en su desarrollo socio-económico, amén de insistir en diversos disparates discursivos contra Israel.
Es importante no relegar a la UE para un acuerdo de paz en Medio Oriente, pues lejos de ser discriminatoria en cualquier sentido o dirección, muy lejos de ello, ha sido y aún es, con todo y los peligros nacionalistas que acechan hoy día, el único gran experimento social en todo el mundo para abatir las diferencias inútiles y obstaculizadoras al desarrollo, al bienestar y a la felicidad entre los seres humanos sin distingo, si fracasa el mundo estará si no perdido, en gravísimos y penosos problemas.
Si las grandes potencias, el Cuarteto Árabe y la comunidad internacional en general no se ponen de acuerdo entre sí, el statu quo del conflicto israelí-palestino continuará alargándose y esta falta de coherencia coadyuvará, aunque sea de manera involuntaria, a la subsistencia de las ideologías bélicas-discriminatorias-negacionistas de esos enemigos tan cercanos y tan lejanos a la vez.
Si la solución de dos pueblos-dos estados desaparece Israel estará en peligro de perder a Europa como uno de sus mejores socios y de llegar, con gran probabilidad, a un apartheid resultado de una voluntad teocrática inexcusable, siendo los palestinos la daga histórica en el pecho de ese liderazgo segregacionista y autoaislacionista a la vez. La demografía hablará con más sangre inútil a las nuevas infancias con efectos impredecibles.
Intentar mantener el statu quo de un conflicto que se ha expresado por la violencia durante décadas no significa que la violencia desatada sellará los huecos de las balas a la manera en que el óxido de un metal termina en ocasiones por sellar la misma abertura que ocasionó. El conflicto israelí-palestino debe terminar ya, es su hora histórica, el bastimento para la paz está en una voluntad y un acuerdo unánimes de la Comunidad Internacional, y en que ambos lados tienen que dominarse, respetar el derecho internacional, encauzar la pluralidad y asegurarse mutuamente. Como sea, estarán siempre juntos, pero necesitan de un distanciamiento formal para ser y dejar ser. ¿No es posible? ¿No es posible derrotar el odio? ¿Es más poderosa y eficiente la violencia que la cooperación? La realidad biológica y humana dice lo contrario, entonces ¿por qué pretender lo contrario? ¿Por qué se reitera que nunca existen las condiciones para la paz? “Hoy no, mañana sí”, como el letrero del comerciante que nunca fía, como si no hubieran cotos de seguridad a proponer e imponer, y nadie capaz que ayudara a garantizarlos.
Ya existen proyectos arquitectónicos para la paz, puentes, desniveles, muros verdes, pozos de agua compartidos, rascacielos, islas flotantes, puertos y cielos abiertos, un mar mediterráneo de posibilidades inmensas… Y ahí está la UE y muchos países del mundo para ayudar a contribuir a economías fructíferas que servirán a todos. Dos pueblos-dos naciones significa separación, justicia, legitimidad, identidad, paz, productividad, seguridad, esperanza y utopía; significa las risas de los niños para la humanidad.
Buscar desacreditar o aniquilar esta posibilidad va en sentido contrario a la pacificación compartida e incluyente y contribuye al desafecto y a la propagación del reduccionismo, a menos claro está que los palestinos dijeran y juraran, con el corazón abierto y sobre una constitución universal, que amarían a los israelíes judíos como a sí mismos en cualquier lugar y los israelíes dijeran y juraran, de igual manera, que los palestinos son hermanos eternos de sangre histórica. En tal caso la solución de una sola nación, llámese Israel o Palestina sería suficiente, daría lo mismo el origen étnico de quien la gobernase, el nombre valdría exactamente por igual y la identidad israelí-palestina o palestina-israelí, o si se quiere “israpalestina”  entraría en la ONU como una nueva y lozana nacionalidad. Parece aún más irreal y ciertamente dramático esperar la redención en un estado “binacional” dirigido por judíos israelíes con visión unidimensional mesiánica donde las matemáticas y la historia universal son menos importantes que el estudio del Génesis, y donde el derecho internacional es partido en dos con el báculo despojado al justo Moisés.
Si el futuro de Israel y Palestina fuese tan solo la esencia de una religión desnuda, primaria, esencial, sin atavíos litúrgicos, como su simple nombre lo indica en latín, ‘religare’, ligar, unión del yo-tú, del tú-yo, un pueblo tú, otro, yo; un estado-yo, otro-tú: Tuyo y mío en el mismo camino.

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9 thoughts on “Dos Pueblos – Dos Naciones”
  1. Aarón Alboukrek empezaste con las palabras demo-teo-crático de Biniamín Netanyahu y apenas si pude seguir unas lineas mas. DOS PUEBLOS, DOS ESTADOS… el JUDIO en ISRAEL, y el MUSULMAN en JORDANIA..LISTO PARA QUE ESCRIBIR MAS !!! porque poner a un estado como PALESTINA cambia la ecuación en DOS PUEBLOS Y TRES ESTADOS (UNO SOLO JUDIO Y RODEADO DE OTROS VEINTE ESTADOS MUSULMANES)..
    Solamente dejame agregarte algo EL VERSO DE LIMPIEZA ETNICA PALESTINA se demuestra con numeros: de menos de 800.000 palestinos hoy son 9 millones, INCLUIDOS MILLON Y MEDIO EN ISRAEl… el verso de palestina sin JUDIOS.. NO ES VERSO, podes verlo en Gaza (obvio si sos judio NO VAS A PODER VERLO DESDE ADENTRO), o podes intentar EN LA MISMA ISRAEL comprar una vivienda COMO JUDIO en un barrio MUSULMAN… a ver si es verso que quieren un apartheid de judios como la peor alemania nazi

  2. Lo felicito a este hombre por animarse a mostrar todo su infantilismo sin el menor pudor. Soñar es lindo, pero hay que mirar la realidad fríamente y actuar como gente grande.

  3. Esta nota evidencia la existencia de israelíes, cansados y temerosos del conflicto y las guerras, que quieren entregar el país a los musulmanes, el mismo lo dice, tanto le da como se llame el país, y también cual sea el idioma, la religión oficial, la bandera y los símbolos nacionales, para este individuo todo da igual no importa si el país esta controlado por judíos o musulmanes, para el es exactamente lo mismo, estos sujetos ya se han rendido al musulmán y están dispuestos a entregarles todo, yo creo que estos israelíes son la mayor amenaza existencial para Israel.

  4. Para hacerlo más fácil: la izquierda que le teme a un único estado en donde se conviva, presupone que una cualidad intrínseca del árabe lo hace multiplicarse infinitamente, dejando al judío en minoría. En la práctica, cuando la gente vive mejor quiere más horas de esparcimiento, instruirse, la mujer gana derechos y se niega a parir de continuo, quieren consumir más y hacen crecer el mercado; se trate de árabes, esquimales o maoríes. Por supuesto que ser judío y también de izquierda es como ser “muy” elegido, pero aflojen un poco: queda feo ser tan superior.

  5. Israel esta cansado de tanto problema,y por eso quiere la paz.Pero esto no sucedera,hasta que la palabra profetica se cumpla.2tesalonicenses 2=7 porque el misterio de la iniquidad ya esta en accion,solo que aquel que por ahora lo detiene,lo hara hasta que el mismo sea quitado de en medio.Exodo 14=19-20 y el angel de Dios que habia ido delante del campamento de Israel,se aparto,e iba detras de ellos;y la columna de humo que habia ido delante de ellos,se aparto y se les puso detras.Verso 20,y vino a colocarse entre el campamento de egipto y el campamento de Israel;y estaba la nube junto a las tinieblas;sin enbargo de noche alumbraba a Israel,y en toda la noche no se acercaron los unos de los otros.Sin enbargo la noche esta avansando hasta que la nube sea quitada de en medio,esta nube es la que detiene que los inicuos hagan la paz.un poquito mas y tendremos la paz y entonses tronara desde los cielos el santo de Israel,su enojo se mirara como nunca antes. saludos amigos Jesus los ama.tambien este hereje los ama

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