Corte alemana: Polonia no puede forzar a la ZDF a disculparse por la terminología usada sobre Auschwitz

El máximo tribunal de Alemania declaró que un fallo polaco contra la cadena pública alemana de comunicación ZDF que utilizó el término “Campos de exterminio polacos”, manifestando que no tiene fuerza legal en Alemania y que el medio de radiodifusión no puede ser obligado a pedir disculpas a ese país. También manifestaron que un fallo judicial de otro país no puede aplicarse si está “en contradicción con los principios fundamentales de la ley del Estado y sus conceptos de justicia”

La ZDF no puede ser obligada por un tribunal polaco en Cracovia a publicar una disculpa previamente redactada, ya que esto violaría las garantías constitucionales de libertad de expresión y opinión.

La disputa comenzó cuando ZDF, al publicitar un documental de 2013, describió erróneamente a los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial conducidos por los nazis Auschwitz y Majdanek en la Polonia ocupada como “campos de exterminación polacos”.

El tema es muy delicado en Polonia, dado que este año se aprobó una ley para penalizar declaraciones que describen “responsabilidad o corresponsabilidad con la nación o el estado polaco por crímenes cometidos por el Tercer Reich alemán”.

Después de las quejas de la embajada de Polonia, ZDF corrigió las palabras y luego se disculpó repetidas veces, pero el tribunal de Cracovia en 2016 decidió que debe publicar una disculpa específicamente redactada en su sitio web. Sin embargo, el demandante consideró que esta insuficiencia ya que la palabra no abarca distorsiona la historia del pueblo polaco.

El tribunal alemán, en la declaración del martes anunciando su decisión del 19 de julio, dijo que había basado su decisión en el «principio de proporcionalidad», dadas las repetidas disculpas de la ZDF.

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2 thoughts on “Corte alemana: Polonia no puede forzar a la ZDF a disculparse por la terminología usada sobre Auschwitz”
  1. Porque sois tan pesados en destacar el progrom alemán di los habeis tenido en todos los países nunca habláis del de Lenin será porque mars era judío,

  2. Ya ha venido un ejemplo de lo mismo que ocurre habitualmente en los diarios de España, el energúmeno Manuel Jesus antisemita disfrazado de ilustrado, son una plaga hasta en los de la izquierda moderada como El País. En cuanto a la polémica del gobierno ultraderechista de Polonia con el Holocausto, creo que la ZDF no debería disculparse ya que no hay ni una persona en el mundo con más de dos dedos de frente, no como el de arriba, que no sepa de sobra que los campos de concentración y exterminio polacos no eran polacos, eran de la Alemania nazi, y son precisamente los polacos y los antisemitas los que confunden con sus leyes innecesarias o alentando comentarios que disculpan o minimizan el Holocausto, y además parecen hacerlo para no ser denunciados por las leyes contra el negacionismo que existen en numerosos países democráticos como una alternativa a un mayor descaro de neonazis. Ahora bien, que los campos de exterminio polacos fuesen en realidad de los nazis no quita que en Polonia se cometieran muchos crímenes contra los judíos y que este gobierno de Polonia intente ocultarlos, un gobierno al que la Unión Europea llamó varias veces la atención y amenazó con la expulsión por sus continuos desvaríos ultraderechistas.

    El gobierno ultranacionalista de Polonia, un país lleno de ultraderechistas y neonazis, ha sacado una ley para detener al que relacione a los polacos con el nazismo o con los crímenes que cometieron ambos durante la Segunda Guerra Mundial, pero en el resto del mundo han aparecido dos libros algo más que clarificadores sobre el papel de los polacos católicos en el exterminio de los judíos, el libro que más polémica causó por la gravedad de los hechos es el de Jan T. Gross, en español se titula “Vecinos: El exterminio de la comunidad judía de Jedwabne (Polonia)” o “Neighbors” en inglés, del 2001, trata el asesinato de varios cientos de judíos en Jedwabne, quemados vivos, a manos de polacos católicos durante la invasión de la Alemania nazi, porque acusaron a los judíos de la otra invasión de Polonia, la mala o comunista de Rusia. No menos contradictorio con este gobierno polaco es el libro del historiador Jan Grabowski “Hunt for the Jews: Betrayal and Murder in German-Occupied Poland”, del 2013, disponible en inglés, que es un estudio general de los crímenes cometidos por las autoridades, gran parte de la Iglesia Católica y policías polacos colaboracionistas con los nazis y por la población llana de Polonia, sobre todo los pueblerinos. Delatores y asesinos a cambio de un poco de dinero o por quedarse con una parte de las pertenencias de sus víctimas, el investigador estima en 200.000 los judíos asesinados por esta implicación directa y voluntaria de los polacos católicos.

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