Asume Donald Trump con más incógnitas que confirmaciones

18 enero, 2017
Foto: Flickr

Los cambios vendrán rápido pero no se sabe en qué dirección
Bernardo Ptasevich
Marchas y contramarchas. ¿Cuál es el Trump que veremos?, ¿el de la campaña o el que ganó las elecciones? Creo que ninguno de los dos, ahora viene el Donald Trump que gobierna, que debe tomar decisiones.
No se puede hacer un juzgamiento previo, no corresponde. El pueblo americano no es tonto. Por algo votó este nuevo gobierno, o por algo no votó por Hillary Clinton. La democracia permite la alternancia en el poder y han decidido que así sea. Muy pronto se verá el perfil que toma su gobierno y si se confirma lo previsto según el nombramiento de sus colaboradores. Por ahora hay nombres, personajes conocidos con ideas conocidas por sus actuaciones anteriores ya sea en cargos de gobierno como en la actividad empresarial, pero aún no hay un equipo ni una política general que nos permita vislumbrar a ciencia cierta cuál será en definitiva la postura frente a los temas internos e internacionales. Lo que veremos con seguridad es una personalidad fuerte, un presidente al que poco le importa quedar bien con nadie ni tomar decisiones poco populares. En los primeros meses tendrá la posibilidad de hacerlo sin tanto costo político.

El sueño americano
Con este slogan, “Vamos a renovar el sueño americano” Donald Trump ganó las elecciones. Pero ¿qué es lo que hará para que ese sueño se convierta en realidad, aunque sea en parte? Ya ha creado la expectativa, el efecto psicológico, ahora falta ver cómo piensa desarrollar el tema para que los votantes y ciudadanos no se sientan defraudados. En primer lugar, lo que hará es defender mucho más los intereses de su país y eso será una constante en todos los cambios. Los críticos del nuevo presidente creen que el solo puede llevar al país a la ruina, ya que no creen realizables ninguno de los mensajes anunciados en la campaña sin que ello traiga graves consecuencias. Como ejemplo, tomemos la posible expulsión de la inmigración ilegal, lo que de cumplirse traería problemas económicos de importancia. La mano de obra del sector primario se nutre de esos inmigrantes y en parte también la de servicios, sobre todo en restaurantes y hoteles. Su anuncio de terminar con los tratados de libre comercio arruinaría a varias empresas que fabrican sus productos en México y sobre todo en China. No parece posible que pueda cambiar todo eso de un plumazo, aunque es seguro que habrá modificaciones importantes. En política exterior se esperan grandes cambios pero aún son una incógnita y aunque esté convencido de que son necesarios no será tan fácil implementarlos.

Donald Trump cambiará la política exterior de Obama
Rusia es una de las grandes incógnitas. Putin y el nuevo Presidente se han elogiado mutuamente mostrando un gran respeto de ambas partes. Pero a su vez, los rusos dicen tener información confidencial que podría afectar a Donald Trump. ¿Aceptará el presidente electo que Rusia marque sus pasos? ¿O negociará con Putin políticas comunes que les permita anotarse éxitos políticos? ¿Y cómo va a reaccionar con Cuba, cuyo gobierno no ve con buenos ojos al Republicano? Ya se han cruzado manifestaciones poco amistosas tanto de un lado como del otro. ¿Cómo será su relación con la Unión Europea? El titular del Parlamento Europeo no ha hablado muy bien sobre la presencia de los EEUU en los países en conflicto. Y la más importante y peligrosa, por la implicancia que tiene además en la economía, es su relación con China. Donald Trump anunció que presionará a las fábricas de automóviles y otras para que fabriquen en USA, lo que venden en USA. El arma que tiene a mano es subir los recargos de todo lo que se fabrique fuera para equiparar precios. Si lo hace, China se convertirá en un enemigo de temer, aunque Trump por ahora no le teme a nada, quizás en forma algo irresponsable.

El nuevo gobierno, los países árabes e Israel
Si nos guiamos por las señales, nombramientos y declaraciones, podemos presumir que el gobierno que se inicia se ocupará mucho más de defender a su aliado y socio estratégico Israel. Es de esperar que haya cambios en la posición de los EEUU en los foros internacionales. Otras manifestaciones quizás no se cumplan o no sean de tan fácil realización. Donald Trump manifestó en varias ocasiones que cambiará la Embajada de los Estados Unidos en Israel y se instalará en Jerusalén. Ya sabemos todo lo que ello traería implícito y se supone que el nuevo Presidente de los EEUU lo habrá tomado en cuenta. Sin embargo todo muestra que el equipo de gobierno tomará un periodo previo para unificar opiniones o para que Trump instruya a sus Ministros respecto a este y otros temas. James Mattis quien se cree será el Ministro de Defensa o sea el titular del Pentágono no supo qué decir cuando se le preguntó al respecto. Dijo que él trabajará en Tel Aviv y manifestó erróneamente que allí funciona el gobierno israelí. Es muy pronto para sacar conclusiones, pero hay mucho por trabajar si pretenden que las cosas tomen un cauce manejable, positivo y lógico.

Nuevo mediador en el conflicto israelí-palestino
La frutilla de la torta es la intención del nuevo Presidente de asignar a su yerno Jared Kushner para manejar las negociaciones entre palestinos e israelíes. Kushner es judío, nieto de víctimas del Holocausto y persona de confianza de Trump, lo cual es suficiente para que los palestinos no se sientan de acuerdo con su participación. Únicamente que los aportes financieros de USA para Mahmoud Abbás crezcan y esto lo convenza de perder un poco de tiempo con el nuevo mediador, es difícil que la iniciativa prospere. Aunque la política es el arte de lo posible y a veces de lo imposible, Kushner tendrá grandes dificultades para negociar con los palestinos y con los árabes en general. Si bien es un empresario exitoso y pertenece a una de las familias más ricas de los Estados Unidos, se trata de un hombre muy joven y sin experiencia en política, mucho menos en política internacional y menos aún en la complejidad del Medio Oriente.

Las claves para develar la incertidumbre
Los primeros meses del nuevo gobierno serán claves para conocer el rumbo real de la política estadounidense que nos espera. Solo habrá que tener un poco de paciencia. Nadie espera un presidente dubitativo. Se sabe que entrará como el toro en una corrida, arremetiendo contra todo lo que él no quiere para su gobierno y para los Estados Unidos. En pocos días no estaremos hablando más de incertidumbre y tendremos elementos de juicio para opinar sobre la marcha de los acontecimientos. Con avenidas llamativamente colmadas de manifestantes sin haber tomado una sola medida ni habiendo gobernado un solo día, tendrá que buscar un espacio adecuado para terminar de dar los últimos toques a su gobierno. No solo EEUU será afectado en bien o en mal por sus decisiones, también el mundo y por supuesto el Medio Oriente.
Fuente: Memoriasdelmundo.net

Compartir
2 thoughts on “Asume Donald Trump con más incógnitas que confirmaciones”
  1. El mundo esta tan lleno de preocupaciones que todos quieren un presidente segun su propio criterio. Cuando comenzo Obamas habia la preocupacion de que era de Color, se reia, mucho y que muy joven ,sin embargo hizo sus dos cuatrenio y la tierra,lal luna y sol estan ahi. Dejen que este ahora gobierne tranquilo que aunque su forma de ser es defenderse de los que sin piedad lo atacan, algo bueno debe tener para haber llegado al tan alto lugar. No es pecado defenderse y es lo que hace el, ademas es Cristiano y buen esposo y padre.ORACULO .Den gracias a Dios que lo sabe todo y quizas dentro de dos cuatrenios entenderemos porque Dios lo puso ahi. Dios bendiga a USA, A ISRAEL y sus Presidentes; larga vida y Salvacion para ellos y nuestro pueblo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.