Una encuesta revela que judíos y árabes están menos divididos de lo que reflejan los políticos

La profesora árabe Alia Tunisi y la judía Sharon Suval, hablando ante sus alumnos en la escuela mixta "Mano a Mano" de Jerusalén. / Foto: Ronen Zvulun (Reuters)

Una encuesta del medio israelí “Llamada Local” muestras áreas diversas donde judíos y árabes destacan los beneficios de la cooperación. No supone que los judíos israelíes estén dispuestos a ceder posiciones de poder a las formaciones árabes, y lo más sorprendente es la disposición de los árabes a que sus representantes se unan a una coalición gubernamental.

 Siguiendo el termómetro de la campaña y los incendiarios videos electorales, no trasciende al mundo que ciudadanos judíos y árabes de Israel crean en construir una vida compartida en el país. Desde el ex likudnik Oren Hazan disparando y matando en un gag electoral al parlamentario árabe Jamal Zahalka o el repetido eslogan “Bibi o Tibi” repetido por los seguidores de Netanyahu –refiriéndose a que la pérdida del poder del actual líder israelí supondrá la llegada de una coalición con el árabe Ahmed Tibi-; la campaña nuevamente ha estado plagada de insultos y mensajes incitadores contra un sector que representa cerca del 20% de la población israelí, y que no es homogénea. En ciertos poblados árabes, es habitual el voto a partidos judíos sionistas como Avodá o, incluso, el Likud.

La encuesta, elaborada y analizada por la doctora experta en opinión pública Dahlia Scheidlin y David Reis, incluyó a 414 árabes y 411 judíos. A pesar de la aparente hostilidad que transmiten los líderes entre ambos sectores, el 53% de los judíos preguntados afirma que sus relaciones diarias con árabes son generalmente positivas. Solo un tercio las consideró negativas. El sondeo, que incluye a encuestados en todo el territorio, desmiente el concepto de que la coexistencia “es un concepto de paz y amor exclusivo de izquierdistas de Tel Aviv”.

Los judíos derechistas destacan que en general las relaciones son buenas, y que se tornan tensas cuando “activistas de izquierda y líderes árabes instigan políticamente protestas”. Entre el sector árabe, los resultados fueron incluso más sorprendentes: el 76% consideró sus relaciones con judíos generalmente positivas en su vida diaria. Solo un 6% indicó que sus relaciones son casi inexistentes por lo que no podían aportar una respuesta certera. Es una cifra destacable, sobre todo tras el enfurecimiento de las minorías árabe y drusa tras la aprobación de la ley “estado-nación”, que reforzaba el carácter judío de estado, que las minorías entendieron como una medida discriminatoria.

Entre la juventud árabe los porcentajes eran algo menores: solo el 67% veía saludables las relaciones con los judíos. Las experiencias acumuladas en el sector educativo o laborales durante sus vidas contribuye a la sensación positiva sobre los vínculos con judíos.

Más allá del conflicto entre israelíes y palestinos, árabes y judíos mostraron alto grado de voluntad cooperativa en cuestiones como el medio ambiente, los derechos laborales, o los derechos de las mujeres. Entre el 55% y el 58% consideró que la cooperación ayudará en mejorar estas áreas en Israel. Tan solo entre el 10% y el 14% lo entendió como algo que dañaría a las causas.

Respecto a la resolución del conflicto, si bien los números son menores, no dejan de ser sorprendentes: el 62% de los árabes indicaron que la cooperación sería positiva. Entre los judíos, el 53% también defendió que el trabajo conjunto sería una herramienta útil para poner fin a la violencia.

Preguntados por el reconocimiento del “otro” como identidad nacional, el 52% de los judíos israelíes escogieron reconocer la existencia del pueblo palestino, mientras que el 48% respondió que solo el pueblo judío existe en la tierra de Israel. “El concepto de mayoría significa algo en democracia, y la mayoría de judíos israelíes reconoce la existencia del pueblo palestino”, indicó Scheindlin.

Entre los árabes hay un consenso mayoritario: el 94% reconoce la existencia de ambos pueblos. Para los responsables del sondeo, demuestra que “desmiente la idea de que los palestinos con ciudadanía israelí no reconocen al pueblo judío. Lo hacen, y con un nivel de unanimidad que lo hace irrebatible”.

Los judíos israelíes, que tradicionalmente han considerado a los partidos árabes como meros representantes de los intereses de su sector –y en muchas ocasiones con posiciones extremistas pro-palestinas y contra el estado de Israel-, indicaron en un 88% que no estarían dispuestos a votar a un partido árabe. Entre los árabes, no obstante, el 47% dijo considerar la opción de votar a un partido judío, dato que demuestra que “está ganando legitimidad la idea de votar por un partido judío israelí”.

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