Una cumbre en el Líbano: Nasrallah continúa con su arriesgada política

Por Anat Shapira

Según informes de los medios, los tres discutieron “los acontecimientos recientes y la guerra en los diversos escenarios”, y los pasos que se deben tomar “para que la resistencia en Gaza logre una victoria real y detenga la agresión israelí contra el pueblo palestino”. 

Además, los medios de comunicación cercanos a Hezbollah publicaron una carta atribuida a Nasrallah que afirmaba que se decidió referirse a los operativos de Hezbollah abatidos en la actual campaña como aquellos que murieron como “shahids (mártires) en la ruta hacia Jerusalén”. 

La organización ha confirmado hasta el momento 38 muertes de este tipo.

Es cierto que resulta tentador considerar cada uno de los acontecimientos por separado, e incluso tomados en conjunto, como significativos y tal vez como una indicación de un cambio en la posición de Hezbollah con respecto a su participación en el conflicto, pero ese no parece ser el caso. 

Desde el comienzo de la guerra, Nasrallah se ha esforzado por caminar sobre el abismo de los límites y en el equilibrio entre, por un lado, presentarse como un partidario de la lucha palestina, coordinándose con ella e incluso dispuesto a hacer sacrificios, y por el otro lado, salvaguardar los intereses de Hezbollah y asegurarse de crear sólo un conflicto limitado en la frontera norte que no cause daños significativos a la organización ni al Líbano.

La reunión tripartita refleja el mensaje de coordinación y asociación con los palestinos, pero sin duda dicha coordinación se produce incluso sin reuniones cara a cara entre Nasrallah y los jefes de las organizaciones. 

También se sabe que ya durante la guerra el ministro de Exteriores iraní se reunió tanto con Nasrallah como con los jefes de las organizaciones palestinas. 

La carta de Nasrallah también pretende principalmente enfatizar el precio que la organización ya ha pagado, sin obligarla a pagar un precio más alto.

El hecho de que todavía no hayamos escuchado a Nasrallah, conocido por sus discursos y su capacidad retórica, transmite un mensaje directo y claro sobre la posición de Hezbollah en el conflicto actual. 

Esta es la indicación más fuerte del deseo de la organización de mantener abiertas todas las opciones, sin obligar a Nasrallah a seguir un único curso de acción. 

Por lo tanto, por el momento, parece que Nasrallah opta por continuar con su arriesgada política, al tiempo que se asegura de presentar una imagen de la unidad del Eje.

Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies