Una embarcación submarina terminó su misión de búsqueda frente a las costas del Líbano luego de localizar un bote que transportaba migrantes. El mismo se hundió en abril pasado en el mar Mediterráneo, pero se necesita de un equipo más grande para sacarlo del fondo del agua.
Los comentarios del legislador Ashraf Rifi se produjeron días después de que el submarino encontrara los restos de 10 personas que se ahogaron cuando el barco se hundió. El mismo poseía unas 80 personas a bordo.
En él había decenas de libaneses, sirios y palestinos que emigraban a Italia. Se hundió a más de cinco kilómetros del puerto de Trípoli, luego de un enfrentamiento con una armada libanesa. Esa noche se recuperaron 10 cuerpos, mientras que los 48 sobrevivientes los sacaron del mar.
Según estimaciones de la Marina, se cree que 30 personas se hundieron con el bote. “La primera parte de la misión se completó cuando se localizó el barco”, dijo Rifi en comentarios publicados por la Agencia Nacional de Noticias estatal. Y agregó que, para sacar el barco, se necesita un equipo más grande y potente, y el gobierno debe continuar con la misión.
El naufragio se encontró el miércoles de la semana pasada a 450 metros de profundidad. Aún se desconocen las razones del hundimiento, aunque los vivos afirman que la armada libanesa los emboscó. El ejército dice que el bote chocó con un barco de la armada cuando intentaba escapar.
Esa es la principal diferencia: se matan entre ellos.