En las últimas semanas se ha expuesto un segmento del acueducto de baja altura a Jerusalén en el barrio de Armon Hanatziv. Se trata de un proyecto conjunto de la Autoridad de Antigüedades de Israel con el Ayuntamiento de Jerusalén y la Moriah Jerusalem Development Corporation. El fin es hacer visible y accesible al público esta extraordinaria obra de ingeniería de 2000 años de antigüedad.
El Acueducto de Bajo Nivel recorre 21 kilómetros. Desde las Piscinas Salomón, al sur de Belén, hasta el Monte del Templo, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, con una pendiente muy ligera. Este sistema de agua fue iniciado por los reyes asmoneos para aumentar el suministro de agua a Jerusalén. En particular, al Monte del Templo. Y, debido al ingenio y la calidad de los acueductos, se usó hasta el Mandato Británico, hace 100 años, cuando la invención de las bombas eléctricas lo sustituyó.
Según Ya`akov Billig, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, que ha investigado los antiguos acueductos de Jerusalén: «Dos acueductos llevaban el agua de las piscinas salomónicas, situadas entre Belén y Efrat, a Jerusalén. El acueducto de bajo nivel y el acueducto de alto nivel. Nos asombra pensar cómo se las arreglaban en la antigüedad para hacer las mediciones precisas de la elevación a una distancia tan larga. Eligiendo la ruta a lo largo del terreno montañoso y calculando la pendiente necesaria, todo esto sin los sofisticados instrumentos modernos que tenemos hoy».
Actualmente, se están sacando a la luz segmentos del acueducto de bajo nivel bajo la calle Alkachi, en Armon Hanatziv. La excavación está dirigida por Alexander Wiegmann, de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Tras la excavación, los expertos en conservación realizarán trabajos de preservación de los restos con vistas a su exposición en un parque para el disfrute del público.
Una maravilla de la antiguedad.