Un joyero israelí creó una máscara de 1,5 millones de dólares

Ilustración del diseño final de la máscara anti COVID-19 más cara del mundo. Foto cortesía de Yvel Studio

De oro y con incrustaciones de diamantes, es muy pesada para usarla. Sin embargo ayudó a trabajadores veteranos de la fábrica a volver a sus tareas.

Si las máscaras descartables te aburren luego de su uso diario desde que apareció la pandemia de COVID-19, hoy ya puedes considerar animarte un poco y optar por pañuelos de seda, telas ecológicas reutilizables ecológicas o un barbijo decorado con más de 3.000 pequeños diamantes.

Esa es la pieza que un hombre de negocios cuyo nombre no fue revelado le encargó a la exclusiva y clásica joyería Yvel Studio de Israel que le crease una mascarilla de oro de 18 quilates con incrustaciones de 3.600 diamantes naturales.
Con un peso de 270 gramos y un valor de 1,5 millones de dólares, la máscara se convirtió al mismo en la más cara y la menos cómoda del mundo.

El comprador, un hombre de negocios de origen chino que vive en EEUU no tiene la intención de usarla. Lo que hizo fue encargarla como una obra maestra para ayudar a Yvel a superar estos tiempos difíciles.

La mascarilla se tachona con más de 3.000 diamantes. Foto cortesía de Yvel Studio

“Esta es una máscara que fue encargada por uno de los clientes más veteranos de la casa como un artículo de colección con el fin de crear empleo para los 150 trabajadores de Yvel en Israel y EEUU”, explicó Sharon Caro, directora de marketing de Yvel.

La ejecutiva afirmó que para la joyería, la mascarilla es una obra de arte. “Es cierto que cumple con todos los estándares de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA) y los estándares de la Unión Europea pero en realizas es sólo un tipo de joya”, describió.

Cuando surge una problemática mundial como una guerra o la pandemia de coronavirus, lo primero a lo que la gente renuncia es a las joyas de lujo. En ese contexto, la fábrica de Yvel ubicada en las afueras de Jerusalén se vio obligada a cerrar en marzo.
Por suerte, la mayoría de sus trabajadores han regresado y se espera que los demás se sumen en los meses siguientes.

La máscara es un trabajo que tardó cuatro meses y estará lista para fines de octubre. “Gracias a los clientes, con los que cultivamos relaciones a lo largo de las décadas, recibimos algunos pedidos que nos ayudaron a reincorporar a los trabajadores de la fábrica, algo que nos permitió respirar un poco. La máscara es una de esas cosas”, finalizó la directiva.

Fuente: ISRAEL21c

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