Un gran film de un gran realizador

21 diciembre, 2016

La la land (EEUU, 2016). Dirección y guión: Damien Chazelle. Fotografía: Linus Sandgren. Actores: Ryan Gosling (Sebastián), Emma Stone (Mia), Rosemarie Dewitt (Laura), John Legend (Keith), Amièe Conn (actriz famosa), Callie Hernandez (Tracy), J.K.Simmons (Bill) y otros

El film comienza con lo que podría describirse como un tour de forcé, la no muy correcta traducción de ese concepto sería-toda una hazaña. El film está dividido en cuatro partes, invierno, primavera, verano otoño y la final será de nuevo invierno. Dicho tour de forcé comienza con un atasco monumental y cada uno de los conductores escuchando la música de su agrado. En cada auto hay solo un pasajero, el conductor, pero gradualmente van saliendo y la multitud se une en un número musical rítmico y entretenido, todo esto se ha fotografiado en una toma larga.
En esta escena se encuentran los dos protagonistas del film, Mía que sueña con ser actriz pasando de una audición a otra y sufriendo las habituales humillaciones que conlleva su ambición.
22cineElla vive en un pequeño apartamento con cuatro socias, las paredes están cubiertas por pósteres de películas clásicas, no precisamente musicales y se nota un homenaje del film a Ingrid Bergman, su retrato aparece varias veces, por supuesto hay una mención a “Casablanca”. El otro protagonista es Sebastián que sufre la decadencia de su música favorita, es un aficionado al jazz, de paso, el mismo Chazelle de 31 años de edad también era aficionado al jazz como se podría notar en su película anterior, Whiplash.
La relación entre Mía y Sebastián en fila con la relación romántica habitual y así se va pasando de hostilidad a enamoramiento, algo que se podría decir pertenece a la base teórica de la película que, siendo un musical, se remite a las fórmulas del género.
La relación entre Mía y Sebastián choca con diversos obstáculos, algunos que provienen de las diferentes aspiraciones de ambos, en su intento de ayudarse mutuamente con el problema de la dedicación al arte de cada uno, hay que enfilar por el camino de los compromisos, que vendría a ser la simpleza, lo directo y ahí fluyen números musicales que recuerdan los días de gloria del género.
La mayoría son ejecuciones de ambos protagonistas, si bien algunos son del grupo. Es cierto que Emma Stone y Ryan Gosling no son grandes bailadores, ni tampoco cantantes pero lo hacen todo con una gracia que conquista, Stone tiene un sólo melancólico fotografiado en primer plano, lo admirable es que supera y no imita a los astros del pasado, logrando darle emoción a su interpretación, como aquellos que le daban cuerpo al sentimiento, el sueño y la pasión.
El film da lugar a las limitaciones de los protagonistas de concretizar sus sueños, pero asimismo su disposición a pagar el precio para llegar a su meta. Stone logra con su mirada y sus grandes y hermosos ojos demostrar de nuevo su versatilidad. Gosling es también uno de los mejores intérpretes del cine actual, hizo muchas veces papeles dramáticos y torturados pero aquí revela otra faz de su personalidad, se lo nota como liberado y las partes musicales que protagoniza, por ejemplo en una visión conjunta de “Rebelde sin causa”, Mía y Sebastián están en el cine mirando la película en el planetario donde se filmó aquel film original.
La película de Chazelle, La la land, clara alusión a Los Angeles y a la meca del cine, Hollywood, contiene referencias a los filmes musicales clásicos que se produjeron en dicha meca del cine entre los años cuarenta y cincuenta, a saber dos filmes musicales de Jacques Demi, “Los paraguas de Cherbourg” y “Las señoritas de Rochefort”, en las cuales actuará Cathrine Deneuve. Por supuesto “New York, New York” de Scorsese no podía faltar.
Lo notable en el film de Chazelle es que no se convierte todo eso en un lío cinematográfico, sino lo que resulta ser una obra original y actual, muy ingeniosa. Y aquí viene el lugar de los cumplidos para este joven y talentoso cineasta que ha logrado reponer una obra que le da nueva vida a un género que ya parecía obsoleto. Estamos inundados por toda clase de música pero fuera de “Chicago” no se produjo un film que valiera la pena, es que el film de Chazelle no es uno más en la serie, sino que sobresale y merece los mayores cumplidos, hay que señalar que es un cineasta que asume riesgos tomando como protagonistas a actores que no se han medido con el género pero salen triunfantes sin duda. Un gran film.

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