El 7 de octubre, un grupo de terroristas de Hamás ingresaron por tierra a Israel, en un ataque sorpresa que se llevó a cabo al mismo tiempo que un lanzamiento masivo de misiles desde Gaza. El ataque dejó un saldo de 1400 muertos y más de 200 rehenes.
Si bien la noticia produjo efectos en todos los gobiernos a nivel global, generó especial inquietud en el gobierno y en la fuerza militar de Corea del Norte. Esto se debe a que la frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte comparte similitudes geográficas, de seguridad y de complejidad con la frontera entre Israel y la Franja de Gaza. La frontera entre las dos Coreas es una de las más fortificadas en todo el mundo.
Es por eso que el ejército de Corea del Sur decidió realizar ejercicios de tiro de manera masiva. Participaron más de 5.000 soldados, entre surcoreanos y estadounidenses, en un operativo que duró tres días.
El Comando de Operaciones Terrestres de Corea del Sur explicó en una declaración que se trataba de una respuesta simulada a “ataques de artillería sorpresa del enemigo al estilo Hamás”. Además, agregaron que el objetivo de estos ejercicios era “eliminar los orígenes de las provocaciones de artillería de largo alcance del enemigo en una fecha temprana”.