Por Chiquita Levov
La ópera de Dvorak sobre la sirenita y su amor imposible, dirigida por Stefano Poda y conducida por Dan Ettinger, llega al escenario como una fantasía acuática espectacular.
“Rusalka” es la adaptación del compositor checo al cuento de hadas “La Sirenita” de Hans Christian Andersen, se está presentando en la Opera Israelí en una producción fascinante y dramática, con un final diferente y trágico, uniendo al príncipe y a la sirenita en las profundidades del lago. El renombrado director Stefano Poda regresa a la ópera israelí y crea en el escenario un mundo acuático de ensueño donde los héroes pueden nadar y bailar en el agua, hasta el trágico final de Rusalka y el príncipe que descienden al abismo. Esta ópera se considera una de las obras cumbres del compositor Dvorak, en la que saca a relucir todas sus capacidades dramáticas. La conexión entre un cuento de hadas con elementos folclóricos y la rica y maravillosa orquestación crean una ópera fascinante con gran poder dramático-musical. Cuenta con nuestra recomendación. Se puede ver hasta el 15.3 en el Hogar de la Opera, Centro de las Artes de Tel Aviv. Más datos: https://www.israel-opera.co.il/?CategoryID=1354&ArticleID=6025
Poda y Ettinger junto a los solistas
El libreto es del checo Jaroslav Kvapil, y el nombre proviene de la mitología eslava donde Rusalka es un espíritu del agua que vive en lagos y ríos. La ópera también se desarrolla principalmente a la orilla de un lago y en el bosque contiguo. Cuando se levanta el telón, el público se sumerge en un universo acuático. El escenario cubierto de agua, es una gran piscina.
El director Stefano Poda, es un creador total que también diseñó el decorado, el vestuario, la iluminación y la coreografía, logrando crear un mundo mágico para la historia de Andersen, acompañado de la musica romántica de Dvorak. Como director, ve en cada ópera la “posibilidad de establecer un mundo paralelo, puramente espiritual, que favorezca una evasión de la realidad”. Lo cual es muy acertado para la audiencia en Israel en estos difíciles momentos.
El Maestro Dan Ettinger, director musical de la ópera, está al frente de la Orquesta de la Ópera, la Sinfónica Israelí Rishon LeZion, y junto al coro de ópera dirigido por Itay Berckovitch ofrecen una versión inolvidable de esta ópera. Y muy especialmente se destaca la colaboración con la Compañía de Danzas Vértigo. Un excelente elenco de solistas israelíes y del exterior encabezados por Alla Vasilevitsky, Ani Yorentz,, Alexei Dolgov, Adrian Kramer, Edna Prochnick, Ionut Pascu. Es una Coproducción con la Ópera de Toulouse.
La trama cuenta sobre la sirena del lago que al enamorarse de un príncipe que vive en un palacio en el bosque quiere dejar el lago y mudarse a vivir al mundo de los humanos. La bruja Jezibaba le da lo que quiere por un alto precio: renunciar a su voz, y con la condición de que si el príncipe rechaza su amor, su destino será ser desterrada para siempre del reino de las hadas y vivir entre el cielo y la tierra. Rusalka llega al palacio, descubre que el príncipe se casara con una princesa por interés político y regresa al lago desconsolada. El príncipe la persigue pero ya es demasiado tarde.
Poda crea una pieza fascinante al combinar brillantes elementos simbólicos. En escena encontramos enormes manos blancas descendiendo al agua, una luna con un ser humano en el centro, sirenas bailando en el agua y más. Para el segundo acto, Poda creó el palacio del príncipe como un mundo moderno y frío cuyas paredes están formadas por circuitos eléctricos, así expresa la tensión entre el mundo natural de Rusalka y el mundo humano.
El tercer acto regresa al universo acuático cuando el príncipe está a punto de sumergirse en las aguas profundas, mientras Rusalka lo observa desde el borde, mientras el público se pregunta si se va a ahogar o si ella lo salvará.
