Los ataúdes de diez atletas israelíes asesinados en la masacre se alinean a bordo de los coches de mando durante una ceremonia conmemorativa en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión antes del entierro de los difuntos en los cementerios locales de sus respectivos lugares de residencia. - Foto: David Endy Eldan - Wikipedia - CC BY-SA 3.0

Elías Farache S.

En una rueda de prensa en Alemania, junto al canciller de ese país, Olef Scholz, le preguntaron si se disculparía por el atentado de Múnich, en las olimpiadas, hace cincuenta años, respondió que Israel ha realizado cincuenta Holocaustos.

Abbás hizo un comentario indebido en el lugar equivocado, y ante la persona equivocada. Ese precio lo ha de pagar independientemente de la reacción de Israel y los judíos. Banalizar el tema de la Shoá y con ello justificar una acción como la de Múnich 1972, va más allá.

Abbás es el interlocutor de Israel en el complejo, largo y tedioso conflicto israelí palestino. La coordinación de seguridad entre Israel y la ANP, ha sido un factor determinante para lograr evitar atentados, localizar culpables. Las negociaciones de paz están estancadas, pero en comparación con la actitud de quienes dominan el enclave palestino en Gaza, Abbás y la ANP resultan mejores, tolerables.

En Israel siempre hubo opiniones divididas en cuanto a tratar con Abbás. El ex primer ministro, Naftali Bennett, se negó a tratar con él. Sin embargo, no impidió que lo hiciera su ministro de defensa, Benny Gantz. Como también lo ha hecho el actual primer ministro en funciones, Yair Lapid. El criterio que reza que la paz se hace con los enemigos, es la receta que se sigue. Claro, hay quienes recuerdan que la guerra también se hace con los enemigos.

Israel no tiene muchas opciones. Seguro que debe tratar con Abbás y su gente. Como eventualmente lo hace con Hamás, aunque de forma indirecta. La seguridad y bienestar de la ciudadanía llega a depender de ciertas coordinaciones con aquellas personas y líderes que son adversarios de forma y fondo.

En Israel hay (¿hubo quizás diríamos ahora?), quienes calificaron a Mahmoud Abbás un interlocutor válido y honesto. La verdad sea dicha, la gran mayoría de los israelíes quisiera que Abbás lo fuera, pero el quererlo así no lo hace realidad. Con todo y esto, incluso sus declaraciones, es evidente que Abu Mazzen sigue siendo el punto de contacto más serio y confiable que tiene Israel por los momentos. El único en muchos sentidos.

Lo ocurrido en la rueda de prensa merece un agradecimiento de parte de todos. Podemos disfrazar la realidad, y vivir más felices sin ver cosas que no nos agradan. Pero es peligroso. Abbás nos ha recordado a todos cosas que se han pretendido olvidar, con la buena intención de poder confiar en su liderazgo y personalidad para avanzar hacia la paz. Las declaraciones de Múnich no son fortuitas. Abbás tiene una tesis académica de hace más de cuarenta años en la cual niega que hayan sido asesinados seis millones de judíos, y una serie de declaraciones negacionistas del Holocausto. Ahora, a raíz de Múnich 2022, estas cosas se recuerdan, salen a la luz pública. Y colocan a todos en una incómoda posición. También sale a relucir el papel que jugó en el atentado de las Olimpiadas cuando Israel se llevó el plomo.

Al igual que respecto al tema de la defensa de sus ciudadanos, izquierda y derecha en Israel actúan con criterios similares, también en el tema de la Shoá, del Holocausto, no hay dobles posturas. La memoria de las víctimas es sagrada, la influencia de lo ocurrido en el pueblo judío no tiene atenuantes.

Todos los hombres de bien quieren la paz. Es algo que merece la humanidad. En Israel la paz es un anhelo nacional. En su búsqueda, los israelíes llegan a pelear entre ellos respecto a la estrategia que debe seguirse. Abbás 2022, con sus declaraciones nos llama a aquello de recordar no olvidar. Quién es cada uno, que hoja de vida tiene, que posiciones asume. Seguro hay que negociar, sin disfrazar a la contraparte.

Gracias a Abbás por advertirnos, sin intención, aquello de recordar no olvidar, Porque olvidar sería, entre otras cosas, una segunda Shoá,

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2 thoughts on “Recordar no olvidar”
  1. No se puede hacer La Paz con quien no lo desea, los palestinos solo buscan la destrucción de Israel de una forma u otra, si obtuvieran un suelo sea del tamaño que sea,,, ningún israelí podría pisarlo,,, Al enemigo hay que tratarlo como tal?

  2. Recordar…
    Abbas, ¿un interlocutor serio y honesto? Ja, ja, me tengo que reir. Un descerebrado histórico, corrupto dictador que se ha enriquecido él y sus hijos a costa de los ingenuos llamados palestinos, fanático benefactor de cobardes terroristas y creador de éstos desde niños en las escuelas; eso es lo que es Abbas.

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