Mauricio Aliskevicius
La persecución de cristianos en países de mayoría musulmana es un tema constante, existente desde hace muchos siglos, aunque en mayor o menor grado según las épocas, los gobiernos, los países y la radicalización del islam.
En Afganistán se estima que desde que los Estados Unidos abandonaron este país a su suerte (y a los talibanes), quedaron allí entre 15.000 y 20.000 cristianos.
Muchos huyeron, se podría decir que los que quedaron lo hicieron por su amor a su patria y para cumplir con su religión porque no querían que Afganistán se quedara sin nadie que siguiera el Evangelio.
Dice Todd Nettleton: “Tomaron la increíble y audaz decisión de quedarse en el país. Su actitud fue pensando que si todos los cristianos huyen del país, ¿quién estará para compartir el Evangelio, quién estará en la Iglesia? Así que adoptaron la valiente decisión de quedarse, incluso sabiendo que los talibanes tomarían el control; sabiendo que era algo muy arriesgado”.
David Curry, experto en estudios sobre la libertad religiosa en el mundo, dice:
“Muchos cristianos huyeron de Afganistán cuando los talibanes tomaron el poder. Algunos se quedaron porque querían ser ´sal y luz´ (Mateo 5:13-16), teológicamente hablando, en ese país, aunque se volviera más hostil. Por tanto, quieren formar parte de la comunidad. Aman a su país”.
En el Líbano, cuando en el siglo XX las potencias dominantes (Francia y Gran Bretaña) junto con las Naciones Unidas, independizaron dicho país, lo hicieron con una legislación que dividía los poderes entre las distintas corrientes religiosas que habitaban la zona: musulmanes chiítas, musulmanes sunitas y cristianos. En otras palabras, un refugio para los cristianos de la zona. Eso funcionó un breve lapso, hasta que la influencia de Irán logró que en la actualidad quienes mandan son los chiítas del Hezbollah –una minoría-, aunque figuren determinados nombres en ciertos cargos tanto cristianos como musulmanes sunitas.
En los demás países con mayoría de población o gobierno musulmán, existe persecución, conversión forzada al islam, expulsión y hasta cárcel o muerte. En mayor o menor grado, estas actitudes entran en la definición de “apartheid”. Además, existe discriminación y actos de vandalismo -incluídos asesinatos- en países occidentales cuyos autores son las minorías musulmanas de inmigración reciente o ya nacidos en dichos países. Lo vemos en Francia, Gran Bretaña, Suecia y muchos más.
En Pakistán son perseguidos pese a que los cristianos son apenas un 1% de la población.
Damos aquí nombres de países con mayoría musulmana:
Indonesia, Pakistán, Bangladesh, Nigeria, Egipto, Turquía, Irán, Argelia, Irak, Afganistán, Marruecos, Arabia Saudita, Sudán, Uzbequistan, Yemen, Níger, Malasia, Malí, Somalia, Siria, Senegal, Kazajstán, Burkina Faso, Túnez, Guinea, Jordania, Azerbaiyán, Chad, Tayikistán, Emiratos Arabes Unidos, Libia, Turkmenistán, Kirguistán, Sierra Leona, Mauritania, Omán, Territorios gobernados por la AP y Hamás, Líbano, Kuwait, Catar, Gambia, Eritrea, Kosovo, Bosnia, Albania, Bahrein, Yibuti, Comores, Maldivas, y Brunei.
Según noticias que se filtran desde Afganistán, basta con que a una persona le encuentren una aplicación en su celular para leer la Biblia, la gente en plena calle o incluso en un ómnibus, degüella de inmediato a esa persona sin juicio alguno, sin que los ejecutores sean autoridad policial. Generalmente quienes más hacen eso son los propios familiares musulmanes o vecinos.
De lo mencionado surgen preguntas:
1 – Más de 40 países de mayoría musulmana, ¿qué les molesta que un porcentaje ínfimo de su población sea cristiana?
2 – ¿Por qué no se oyen campañas acusando de “apartheid” a esos países?
3 – ¿Por qué no existen organizaciones como el BDS, para dañar de alguna forma a esos países, pero sí existe contra Israel, único país de todo Medio Oriente donde hay total libertad de culto?
4 – Con el poder que tiene el Vaticano, ¿qué medidas tomó para ayudar a esas poblaciones cristianas?
Ochenta años después de la Segunda Guerra Mundial, se sigue discutiendo la actitud del Vaticano y del Papa Pío XII ante la persecución nazi a los judíos. ¿Qué sucederá en el futuro cuando se analice la actitud de la Iglesia Católica ante la persecufción de cristianos como la hemos mencionado?
Reiteramos el título:
¿QUÉ DIRÁ EL SANTO PADRE QUE VIVE EN ROMA
QUE LE ESTÁN DEGOLLANDO A SU PALOMA? (*)
(*) – Estribillo de la canción de Violeta Parra.
EXCELENTE ARTICULO!!!!!
A mí me parece que sobreestimamos las capacidades del Vaticano en cuanto a política internacional. Imaginen que Francisco se pronuncia en contra de esta persecución. ¿Qué más le da al mundo? Los musulmanes seguirán haciendo de las suyas haciendo oídos sordos a las quejas del papa, en el mejor de los casos. En el peor puede que hasta intensifiquen la persecución como respuesta.
¿Quizá el papa se calla (públicamente) para que no empeore situación?
De lo malos que son, dejaron con vida a millones de judios en esos mismos paises y que decir de los cristianos, desde coptos, siriacos, maronitas, etc. Dirías lo mismo de las persecuciones medievales, progroms y holocausto, la verdad duele