Por Nissim Shasho (Director General de KKL México y Director administrativo y Operativo de la zona norte de América Latina de KKL).
El fenómeno de los disfraces en la naturaleza se puede dividir en dos tipos principales:
Por un lado, aquellos diseñados para permitir que el animal se disfrace en su entorno de vida para cazar otros animales o para evitar que otros lo cacen. Por otro, aquellos que permiten que el animal o la planta se asemejen a otro animal usando forma, olor o sonido para lograr el mismo objetivo.
En el primer grupo podemos encontrar una gran variedad de ejemplos cuando entre los “simples” se pueden mencionar animales cuyo color, forma y textura externa son similares al medio en el que viven. Esta capacidad de parecerse a su entorno de vida cruza los límites de las especies y se puede encontrar en todos los sistemas, desde insectos, reptiles y animales marinos hasta criaturas más desarrolladas como los mamíferos.
Todo esto le permite al animal confundir a cualquiera que esté buscando cazarlo o si es un depredador en sí mismo, acercarse a su presa sin ser notado. Bueno, eso es exactamente lo que hacen algunos animales maravillosos. El ejemplo más conocido es, por supuesto, el camaleón que es capaz de cambiar el color de su piel y el patrón que aparece en ella dependiendo de los colores del entorno en el que se encuentra actualmente.
El segundo grupo incluye animales que han “descubierto” que parecerse a otro animal puede servir a sus intereses.
Aquí también puedes encontrar una variedad muy amplia de ejemplos que van desde mariposas inocentes que, cuando extienden sus alas, aparecen en un patrón que parece un par de ojos aterradores, hasta animales que imitan los sonidos y sonidos de otros animales y a las serpientes que adoptan colores peligrosos y formas de serpientes venenosas y peligrosas, ellas mismas no son así.
Pero no solo los animales saben hacer estos trucos, incluso las plantas han podido adoptar este método para permitirse reproducirse y también alimentarse. Probablemente todos conozcan a las abejas, las mismas plantas cuyas inflorescencias parecen una abeja hembra que seduce a los machos a través del color, la forma e incluso el olor.
Bueno, no se refiere al disfraz del dulce gato o tigre que usabas en la escuela primaria, sino a los disfraces que los investigadores y científicos usan para acercarse a los animales para estudiarlos y la mayoría de las veces, para salvarlos.
Sí, resulta que un disfraz de oso panda, puede ayudar a que los animales piensen que son de su propia especie y así minimizar su firma por parte de los humanos para que sea más probable que regresen a su entorno natural.