Hutíes del Yemen lanzan un misil balístico contra Israel Foto: Agencia de noticias Tasnim CC BY 4.0

Por Jonathan Spyer

La semana pasada, Israel hizo historia cuando su sistema de defensa aérea Arrow [Jetz] interceptó en el espacio un misil que se dirigía contra su territorio. Si bien esta primera batalla árabe-israelí en el espacio captó la imaginación de muchos medios de comunicación, la identidad de la fuerza responsable del lanzamiento del misil fue igualmente notable.

Los hutíes yemeníes, conocidos también como el movimiento Ansar Allah desde 2012, reivindicaron inmediatamente la responsabilidad del lanzamiento. Se trató del cuarto ataque de la organización contra Israel desde el 7 de octubre.

Para muchos israelíes, la participación de esta distante organización en el actual esfuerzo bélico contra Israel es uno de los aspectos más misteriosos, incluso extravagantes, del momento actual. A nadie le sorprende del todo el deseo del Hezbollah libanés de intentar inmovilizar a las fuerzas israelíes en el Norte como parte de un esfuerzo para aliviar la presión sobre su aliado en Gaza.

¿Pero los hutíes? ¿Qué es posible que estén buscando? Y no menos interesante: ¿cómo adquirió un movimiento insurgente yemení la capacidad de lanzar una serie de drones y misiles, incluidos misiles balísticos de largo alcance, contra Israel?

¿Qué quieren los hutíes?

Responder a esta pregunta requiere comprender un poco más sobre el propio movimiento Ansar Allah/Hutíes, y también sobre sus relaciones con su patrón, la República Islámica de Irán.

Desfile militar de los hutíes del Yemen el 21 de septiembre para conmemorar el aniversario de la toma del poder en Sana Foto: Agencia de noticias Tasnim CC BY 4.0

Los hutíes son una tribu árabe del Yemen, originaria de la provincia de Saada, en el noroeste del país. Junto con alrededor del 35% de la población yemení, son adherentes a una corriente del Islam chiíta conocida como Zaidiya, que difiere significativamente de la corriente Duodecimano o Imami, más conocida, que profesan los iraníes y la mayoría de los musulmanes chiítas árabes.

El movimiento político que lleva su nombre fue establecido por el líder tribal Hussein Badr al Din al Houthi en la década de 1990. Luego, en 2004, recurrió a actividades insurgentes contra el régimen del presidente Ali Abdullah Saleh.

Saleh, también musulmán chiíta zaidí, era un oficial militar que tomó el poder en 1978 y presidió la reunificación de Yemen en 1990. Su régimen era respaldado por Estados Unidos y Arabia Saudita. Mientras tanto, los hutíes contaron desde el principio con el apoyo de Irán. En 2004, Hussein al Houthi fue asesinado por las fuerzas de Saleh. El liderazgo del movimiento y su insurgencia pasó luego a Abd al Malik al Houthi, hermano de Hussein, quien continúa dirigiéndolo en la actualidad.

Este antecedente es importante porque es digno de mención que Ansar Allah se parece a Hamás y se diferencia de los movimientos libanés o iraquí de Hezbollah en que es un cliente de Teherán pero no enteramente un apoderado [proxy] de éste. Hezbollah en el Líbano, Kataib Hezbollah en Irak y las otras milicias que se les parecen, como Badr en Irak, son franquicias directas del Cuerpo de los Guardias Revolucionarios Islámicos de Irán (CGRI).

Teherán los estableció y los gestionó durante su período de formación. Apoyan directamente la forma de gobierno iraní y tendrían poca base para su existencia sin el apoyo financiero y de otro tipo de Irán.

Hamás, por el contrario, es un movimiento con raíces genuinas en el contexto local sunita palestino. Ansar Allah/Hutíes, de manera similar, surgió de un contexto local auténtico y tiene raíces ideológicas y religiosas distintas de los diversos grupos franquiciados del CGRI. Por esta razón, durante un tiempo era común escuchar análisis que describían el énfasis en los vínculos de Ansar Allah con Teherán como demasiado esquemáticos.

Sin embargo, esas críticas tendían a pasar por alto el hecho de que (de nuevo al igual que Hamás), las capacidades militares de Ansar Allah no se derivan de su estatus local, sino enteramente de su alianza con Teherán.

Como resultado de las armas y el entrenamiento iraníes, Ansar Allah pudo aprovechar el período de agitación interna en Yemen en 2011, participando primero en los disturbios y manifestaciones que derrocaron al régimen de Saleh y luego, a partir de 2014, uniendo fuerzas con el depuesto Saleh, y tomando el control de la ciudad capital, Saná, y gran parte del norte y oeste de Yemen.

Los hutíes se volvieron contra Saleh en 2017 y lo ejecutaron. La intervención saudita de 2015 no logró reconquistar las áreas perdidas ante Ansar Allah, pero evitó el desastre de que una milicia respaldada por Irán tomara el control del estrecho de Bab al Mandeb, un cuello de botella estratégico entre el Golfo de Adén y el Mar Rojo.

Yemen sigue dividido entre los hutíes/Ansar Allah, respaldados por Irán, el gobierno oficial de Yemen respaldado por Arabia Saudita y los separatistas del Consejo de Transición del Sur respaldados por los Emiratos Árabes Unidos.

Irán niega oficialmente haber armado a los hutíes, pero esas negaciones ya no se toman en serio. El peso de la evidencia es formidable y muestra que Teherán ha estado suministrando en los últimos años, por rutas marítimas, armas pequeñas, misiles y cohetes que han permitido a la organización transformarse de una milicia heterogénea en una fuerza que puede atacar a Israel y Arabia Saudita.

Tim Lenderking, enviado especial de la ONU para Yemen, dijo a Reuters en mayo de 2023: “Los iraníes han seguido contrabandeando armas y narcóticos hacia este conflicto, y estamos muy preocupados de que esto continúe, a pesar de los beneficios que se obtendrían de una acuerdo entre Arabia Saudita e Irán. Así que creo que ese es un espacio que tenemos que vigilar”.

En los últimos años, Irán ha comenzado a utilizar a Ansar Allah como su cliente encubierto [o negable] para sus ataques de nivel estratégico contra sus enemigos regionales. Hasta la guerra actual, el ejemplo más famoso de esto fue el ataque del 14 de septiembre de 2019 a las instalaciones de procesamiento de petróleo sauditas en Abqaiq y Khureis.

En este sofisticado ataque de dos oleadas, un enjambre de drones y misiles de crucero superó las defensas aéreas sauditas y causó graves daños a las dos instalaciones. Ansar Allah se atribuyó la responsabilidad. La sofisticación y el alcance de los ataques llevaron a que esta afirmación fuera inmediatamente descartada por funcionarios estadounidenses, sauditas y occidentales, quienes concluyeron que el propio Irán estaba detrás del ataque.

Ansar Allah es de particular utilidad para Irán en ataques de este tipo por varias razones. En primer lugar, y obviamente, Irán no quiere provocar represalias en su contra y es indiferente a las vidas de quienes integran o viven bajo sus apoderados [proxies].

Pero la parte del Yemen controlada por los hutíes tiene ventajas adicionales. Irán controla o mantiene capacidad militar en varios estados árabes: es dominante en Irak y el Líbano y tiene libertad de acción en partes de Siria. Pero en estas tres áreas, el apoderado [proxy] de Irán debe tener en cuenta las complejas realidades políticas locales y los intereses de otros actores: los rusos y el régimen de Assad en Siria, las poblaciones chiítas no alineados con Irán y no chiítas con sus propias conexiones e intereses políticos tanto en el Líbano como en Irak.

En Yemen, este no es el caso. Allí, el país está dividido, y en las zonas controladas por los hutíes, el movimiento mantiene el monopolio del poder por medios abiertamente coercitivos, con sólo la más endeble pretensión de un proceso político formal. Y si bien desde 2014 está vigente un embargo de la ONU contra las transferencias de armas a los hutíes, su aplicación sigue siendo deficiente.

Por estas razones, los hutíes se han convertido en la herramienta preferida de Teherán para llevar a cabo ataques estratégicos por medio de apoderados [proxies]. El uso por parte de los Hutíes/Ansar Allah de misiles balísticos contra Israel lleva este proceso a su punto más alto hasta el momento.

La pregunta que queda es si Israel y Occidente seguirán cediendo a la ficción obvia de la capacidad independiente de misiles avanzados de los hutíes, y durante cuánto tiempo. Por un lado, esto es un claro absurdo. Por otro lado, señalar eso significaría reconocer que Irán ha lanzado ataques con drones y misiles contra Israel –es decir, ha llevado a cabo claros actos de guerra– en cuatro ocasiones desde el 7 de octubre.

Fuente: The Jerusalem Post

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10 thoughts on “¿Por qué los hutíes atacan a Israel? ”
  1. No es que Israel siga cediendo es si Israel puede hacer una guerra contra Yemén. Y no lo creo. No es el ejército ni la sociedad de los años ’60. Hay que ser objetivo Jerusalem Post.

  2. ¿Por qué…?
    Un interesante análisis de la situación beligerante causada por Irán, algo que empeorará debido a que Biden le entregó billones de dólares a los terroristas ayatolás iraníes.

  3. Pués muy sencillo, desde qué JIMI CÁRTER lo envío a Los ayatolás terroristas y ASESINOS, el ha pensado él mejor que pueden hacer daño al estado legítimo de ISRAEL, serán Ayatolás terroristas y apoyados por u.s.a . cómo él JIMI CÁRTER NO quería directamente enfrentarse con el estado de ISRAEL como siempre , tiró la piedra y escondo la mano hasta hoy qué qué está BIDEN ,por esto decía qué AMBOS eran y son ANTISEMISTAS , y los huties de dónde están alimentados pues muy clara , de los ayatolás terroristas iii si los huties no tienen para comer pero sí qué tienen armamentos???

  4. Israel sabrá responder a las provocaciones de sus enemigos respaldados por Irán en el momento preciso, Israel no debe descuidar los otros frentes, si alguno de estos enemigos de Israel intentan atacarlo por estos frentes, Israel debe asestarles un golpe mortal rápido y efectivo que le arda a dónde más pueda a Irán por apoyar a estos terroristas, Israel sobrevivirá a los ataques de sus enemigos, Viva Israel

  5. 1)Es muy largo la nota para leer.Respuesta al interrogante: están ociosos con el armamento…y dar en el blanco de los saudiés cuesta vidas…y se pierden la paga de sus mandantes…asi que los vagos bifidos se rien que no habrá respuesta…pero..sí.

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