¿Pedir a tu odiado enemigo que te salve?

2 agosto, 2017
Foto Wikipedia

Jorge Iacobsohn

Saeb Erekat, el jefe negociador de la Autoridad Palestina, está sufriendo una grave enfermedad pulmonar y está en Israel esperando una donación para transplante.

De acuerdo a la ley, sólo los ciudadanos israelíes pueden ser receptores de donantes, y en el caso de un paciente extranjero, deberá recibir donaciones del extranjero.

Esta delicada situación personal de Erekat nos lleva a preguntarnos ¿por qué no se atiende en Dubai, Riad, en los Emiratos, en donde además de tratarse de países “hermanos”, nadan en la riqueza petrolera? ¿No tienen un sistema de salud eficaz o accesible económicamente?

Antes del diagnóstico de su condición, Erekat a menudo representaba a la AP en los medios de comunicación occidentales, atacando a Israel y acusando al Estado judío con el libelo de “genocidio”, en su lucha contra la organización terrorista Hamás en Gaza tras el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes y una ola de mortales ataques con cohetes contra ciudades israelíes.
Otros dirigentes palestinos como Abbás o los cabecillas del Hamás no dudan en atenderse en Israel, porque saben que Israel es una democracia y la política no se entromete en los hospitales (ni tampoco en la sociedad civil), como sí suele suceder en muchos países árabes en donde las distinciones se borran.

Los dirigentes terroristas educan con el odio asesino a sus pueblos contra Israel y los judíos, pero no dudan en acudir en su ayuda en su hora más difícil en la vida. Y en muchos casos, terroristas asesinos que han sido tratados en hospitales de Israel han vuelto a asesinar. La piedad y la decencia de Israel no parece cambiar el odio, ni hace que los que acudan a su ayuda se encuentren con la contradicción de pedir al enemigo que los salve, pero al menos mantiene sana a la población israelí y a los elementos más pacíficos de nuestros vecinos. Al no devolver al enemigo con la misma moneda autodestructiva, es posible la civilización, el desarrollo y la esperanza.

 

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9 thoughts on “¿Pedir a tu odiado enemigo que te salve?”
  1. La vergüenza de los que odian a Israel nunca ha sido una de sus características como no lo ha sido el honor la justicia la igualdad y la prudencia…han sido indolentes con Israel y con su propia gente.

  2. Yo no el daria la ayuda a este satrapa. No tiene sangre en la cara. Que vaya a pedir transplante en francia, donde se atendio a arafat.

  3. Mientras haya esperanza de que nuestro enemigo deje de odiarnos hay que devolver amor, y ofrecer la mano.
    Perdon, yo perdí esa esperanza , y no le daría nada a ningún arabe, más si es de Hamas.
    Y si es una democracia que la gente elija que hacer con sus recursos.

  4. Israel no puede colocarse al nivel de quienes desean su destrucción y lo odian. Su fortaleza le permite, barujHaShem, ser magnanimo con el enemigo…

  5. Esa Bondad De ISRAEL ha sido tomada por sus enemigos como debilidad y han sacado provecho de ella y en vez de mostrar agradecimiento que por cierto no conocen lo que esto significa.
    Y aunque tienen una cultura de odio y desprecio hacia este noble pueblo Judío sin embargo siempre buscan beneficiarse de este y sacar ventaja creyéndose que son muy astutos sin embargo olvidan el proverbio que dice QUE EL QUE PAGA UN MAL POR UN BIEN EL MAL NUNCA SE APARTARA DE SU CASA Y como dijo Golda Meir La paz llegará, cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros.

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