Patagonia, Plan Andinia y Antisemitismo

Jones Huala - Foto: Wikimedia Commons

Dr. Natalio Daitch

Patagonia hoy.

El conflicto desatado hoy en la Patagonia, región extensa y muy codiciada del sur argentino, por el estallido de violencia y el levantamiento de grupos de indígenas Mapuches, el más conocido es el RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), vuelve a activar la memoria de muchos de nosotros, los judíos argentinos, de una historia que lleva décadas de antisemitismo y que tuvo picos de oleadas antisemitas que se han sentido en todo el territorio nacional.

El conflicto de los Mapuches, abarca territorios que hoy son de Argentina y Chile, y que en la superficie se encuadra dentro del reclamo de los llamados Pueblos originarios, que habitaban estas regiones antes de la llegada de la colonización fundamentalmente europea.

Su cabeza visible es un tal Jones Huala, que reivindica la necesidad del reconocimiento del sufrimiento indígena y la devolución de territorios a sus supuestos legítimos dueños. Sectores de la izquierda y del Kirchnerismo parecen apoyarlo, mientras que muchos otros argentinos manifiestan que estos reclamos son solo un maquillaje y que estos grupos podrían estar financiados por el narcotráfico, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) e incluso tener vínculos con grupos o personas del mundo Islámico que adhieren a Irán, a Hezbollah, y que tendrían sumo interés en apoyar grupos violentos a los fines de balcanizar (fragmentar) la zona. El representante de los Mapuches tiene un libreto que contiene como siempre ítems contrarios al supuesto Imperialismo que provendría de los ingleses y norteamericanos.

Algunos argentinos no judíos hablan de que los Mapuches son originarios de lo que hoy es Chile, y que de este lado de la cordillera estaban los indios Tehuelches que de acuerdo a ciertas fuentes históricas habrían sido atacados y diezmados por los Mapuches que ingresaron en su territorio. Para muchos el conflicto es chileno, pero se ha extendido al lado argentino con dolo o por vecindad.


Patagonia ayer.

El Plan Andinia, fue presentado en la Argentina por el abogado Walter Beveraggi Allende en los años setenta. Se trata de un escrito sumamente venenoso, de un supuesto plan o complot judío para quedarse con la Patagonia. Esto encastra con el otro libelo que son «Los Protocolos de los Sabios de Sion» que se atribuye su autoría a la policía secreta del Zar de Rusia. Es decir, un supuesto complot judío para apropiarse del mundo entero.

W. B. Allende no estaba solo, ya en 1935 un tal Hugo Wast (cuyo nombre real era Walter Martínez Zuviría) publica el Kahal-Oro, otra obra «codiciada» para el público que manifiesta un antisemitismo visceral.

En forma paradojal, y en el terreno, muchos fugitivos y criminales nazis, encontraron su lugar en el mundo, justamente en la belleza y la extensión y soledad de tantos parajes de la Patagonia cuando huían del merecido castigo por sus crímenes, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial.


Los años sesenta.

Luego de la captura (por parte del Mosad) del criminal de guerra Adolf Eichmann y su posterior ejecución en Israel, la comunidad judía argentina debió hacer frente a una embestida antisemita que no tenía precedente desde los Trágicos acontecimientos de la conocida Semana Trágica de enero de 1919.

Un grupo neonazi, los Tacuara, la reacción de los hijos de Eichmann buscando liberar a su padre y salvarlo de la horca, la presencia del representante de la liga árabe Hussein Triki, un ex-filo-nazi,  que logró enganchar la ola antisemita con sus escritos contra el sionismo y a favor de palestina, y por último el accionar de otro grupo denominado «Guardia restauradora Nacionalista», constituyeron una sociedad o combo explosivo que, por momentos, oscureció el cielo y provoco verdadera inquietud y miedo en la judería local.

Recuerdo de niño, en mi infancia de los años sesenta, que tiraban debajo de nuestra puerta y no éramos los únicos, un panfleto amenazando a los judíos a emigrar o atenerse a graves consecuencias. Esto era parte de un plan de intimidación que abarcaba todo el territorio nacional.

El caso más grave fue el ataque a la entonces joven Graciela Sirota (no el único).


Revolución indígena en los noventa.

Moshen Rabbani, el prófugo de la justicia y acusado de haber participado en el atentado a la AMIA, se sabe viajó en varias oportunidades a Chile, y estableció mezquitas y centros islámicos en ciudades como Temuco, Iquique, y en otras ciudades y puntos del país trasandino. Se sabe que en tierras criollas pudo tejer relaciones profundas con miembros de la comunidad árabe local y con personajes que podrían haber pertenecido a fuerzas de seguridad y en el pasado a grupos violentos (sean guerrilleros o de la derecha). En países como México y en Filipinas, el proselitismo islamita ha fogoneado a poblaciones locales a levantarse con métodos violentos, contra las autoridades locales. Los iraníes saben que tienen mucho éxito con poblaciones de los pueblos originarios y marginales, que cargan con un sentimiento de resentimiento, que justificado o no, los hacen sensibles a una nueva prédica religiosa e ideológica que se muestra novedosa y aparentemente solidaria con las causas de aquellos postergados dentro del encuadre social. Es decir, los islamitas iraníes tienden su mano para apoyar en occidente cualquier movimiento contestatario, en particular si tienen un tinte izquierdista, progresista y aún si profesan un acérrimo ateísmo.

En USA es común ver como se captan más fácilmente ciudadanos afroamericanos, y marginados, resentidos y presidiarios.


Islamitas e indígenas. Reflexión final.

No cabe duda que el Estado de la República Islámica de Irán, ha hecho pie en América del Sur. En Venezuela, se habla de una base importante Hezbollah (su brazo ejecutor) en la isla Margarita. En Triple Frontera en Ciudad del Este, y en la Argentina especialmente desde 1983 con la fundación de la Mezquita At-Tauhid en el barrio porteño de Floresta. En la ciudad de Cañuelas, y en la ciudad de San Miguel de Tucumán (de dicha Provincia) está última denominada «El Mártir».

También en el sur, se han establecidos musulmanes en la localidad de El Bolsón (Provincia de Rio Negro).

No resulta raro de varios incidentes graves, donde turistas y mochileros israelíes hayan sido atacados por grupos no identificados, y declaradas personas no gratas.

Para concluir, no hay pistas concretas de contactos entre grupos de musulmanes chiitas, con los líderes de estos grupos indigenistas, pero si sospechas e indicios. Después de todo, ellos se muestran solidarios y parecen tener al imperialismo anglo-americano como un enemigo en común. Resulta que la tentación es muy fuerte, en ese extenso territorio, poco poblado y poco custodiado por el gobierno de Buenos Aires, trabajar a comodidad y alentar revueltas y demandas.

Todo resulta muy curioso, los judíos que, por décadas, hemos sido falsamente acusados de querer quedarnos con la Patagonia, hoy por hoy, ese territorio arde bajo el accionar de grupos mapuches violentos y no sabemos a ciencia cierta si reciben algún respaldo ideológico o financiamiento de parte de elementos islamitas radicales que, a ojos vista de todo el resto del país, buscan adueñarse de hecho del sur del país.

Jones Huala ha negado en entrevistas con periodistas argentinos de que su movimiento cuente con apoyo de los grupos anteriormente citados. Él manifiesta que: «ellos no quieren integrarse al resto de la sociedad, lo que ellos quieren es liberarse».

El tópico no deja de ser preocupante, siendo que la comunidad judía ha sufrido dos terribles atentados, con cientos de muertos y heridos, y aún no esclarecidos en el ámbito de la justicia.

Aclaración: el autor de esta reflexión se siente en la obligación de aclarar que no estoy hablando del conjunto de la comunidad árabe local, solo de aquella rama que responde a la línea Chiita Iraní y que en lo personal no adhiero a ninguna clase de marginación o injusticia contra cualquier ser humano, sea indígena o descendiente de europeos.

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12 thoughts on “Patagonia, Plan Andinia y Antisemitismo”
  1. Buen artículo….es lo que en realidad está pasando en América del sur…con los pueblos originarios.. excelente y esclarecedor artículo.

  2. Los Mapuches son Financiados por Terroristas. Desde los Baskos antes y hoy Iran. Es quiera pruebas es solo revisar archivos de la Policia Chilena.

  3. De toda la vida los » piolas» se comieron el cuento de que les querían robar la Patagonia y creo que si me pongo a investigar un poco la historia no se si habría que devolversela a Chile.

  4. ¿Antisemitismo? El el Tema Plan Andinia no se es Anti-Judios, se Anti-Sionista, que no son la misma cosa, el Sionismo es el Fascismo Judío. Los títulos de estas notas están hechos para tildar a los «conspiranoicos» de racistas. El Sionismo es Real y es Peligroso.

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