Parashat Terumá. Fundamento y estructura. Reflexión.

6 marzo, 2023 ,
Foto: Pixabay

Dr. Natalio Daitch

Dar y tomar.

Son dos fuerzas antagónicas que se disputan el corazón de todo ser humano. Libran batalla durante toda nuestra existencia terrenal, y el Yetzer Hará o el mal instinto mantiene siempre una neta ventaja, sea en la argumentación como en la inclinación, trabajando desde adentro, incluso con afirmaciones y libretos que suenan verdaderos, lógicos y hasta naturales. Todos tienen que ver con el espectro del egoísmo, y las necesidades humanas básicas de subsistencia o no tanto.

El Santuario interior.

Y en el último capítulo semanal del Pentateuco, leído en todas las sinagogas remata: “Harán un Santuario para Mi- y yo residiré entre ellos”. Éxodo 25-8.

También en estudios de investigación médica se reconoce que la sustancia de la felicidad “la dopamina”, se libera en mayores cantidades en ocasiones donde damos o nos brindamos a nuestro prójimo, en contrario cuando conseguimos hacernos de objetos o cosas materiales que anhelamos o necesitamos o nos hacen creer que las necesitamos.

Dar de corazón.

Cada uno según su posibilidad. Son las palabras claves para nosotros. D’os conoce nuestras limitaciones, pero solo nos pide aquello que Él sabe que se encuentra a nuestro alcance poder hacer.

No cabe duda que el fabricante conoce a su creación mejor que nadie, y sus virtudes y puntos débiles. Estos últimos, son los que el Todopoderoso desea reforzar mediante el acto donativo, y la participación en tareas comunes.

El Mishkán o Santuario portátil y el Templo de Ierushaláim pueden destruirse, pero lo que se encuentra grabado a fuego en la letra y en el corazón resiste el tiempo y las adversidades y persiste tanto como la roca o mineral.
Este es el sentido y este es el camino.

El fundamento y la estructura.

Aplicando la frase: “si se destruye el fundamento, la estructura colapsará”. Y mas allá de quien sea su autor, en verdad, el modelo divino apunta a que todo el fundamento es el Jesed (bondad) de Abraham el Patriarca. Ese es el fundamento (prototipo) del judaísmo y todos los preceptos son o serían los canales para poder arribar a emular al infinito, al hacer bondad con nuestros semejantes

Final: para la reflexión: “Cuídate de aquellos que aman a D’os, pero no a su prójimo”, y restando de quién es la frase, no cabe duda que entra en sintonía con la idea judía. Amar al creador, es una cuestión de interés y necesidad humana, pero respetar y ser bondadoso con aquellos que son nuestros semejantes es una prueba aún de mayor magnitud para cualquiera de nosotros.

Aquí reside uno de los grandes secretos de la Parashá Terumá y lo que la Torá nos desea enseñar.

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