Tras más de una década, es posible que se haya descifrado una inscripción de la era del Primer Templo que se descubrió en Olef. Según un nuevo estudio de Daniel Vainstub, la misma, de siete letras grabada en una gran vasija de arcilla, registra uno de los ingredientes que están en la mezcla de incienso usada en el Templo.
Vainstub cree que la escritura y el lenguaje de la inscripción provienen del Reino de Saba, a más de 2.000 kilómetros de distancia. Esta sugerencia va en contra de la opinión de consenso anterior de una docena de importantes investigadores que decían que se escribió en la escritura local.
Sin embargo, en otro estudio que se publicó hoy en el Jerusalem Post sugiere que la escritura es árabe antigua del sur y registra lo que es parece ser una palabra en lengua sabea. Si esto es cierto, la inscripción de Ofel es la inscripción más antigua de Arabia del Sur encontrada hasta ahora en la Tierra de Israel.
A causa de que la inscripción se grabó en arcilla húmeda que se originó en Jerusalén, Vainstub plantea la hipótesis de que la escritura era de un hablante nativo del Reino de Saba. Esto apunta a fuertes lazos comerciales no confirmados antes entre los dos reinos.
“Aunque las escrituras tienen el mismo ancestro lejano, aquellos que se ocupan de las inscripciones cananeas en la actualidad no están familiarizados con la escritura de la antigua Arabia del Sur. Y aquellos que trabajan con el árabe antiguo del sur no están familiarizados con las escrituras cananeas”, afirmó Vainstub.
Una docena de epigrafistas y arqueólogos intentaron descifrar la inscripción. Pero el único consenso al que llegaron fue que se escribió en escritura cananea, lo que condujo al proto hebreo del período del Primer Templo.