El Banco de Israel sube la tasa a su nivel más alto desde 2008 para frenar la inflación

El Banco Central de Israel (BCI) elevó el lunes la tasa de interés de referencia por novena reunión consecutiva, elevando su tasa de interés clave en 25 puntos básicos a 4,5%, el nivel más alto desde antes del colapso de 2008.

Según el gobernador del BCI, Amir Yaron, “la incertidumbre y los eventos que presenciamos en las últimas semanas, naturalmente, también han tenido un impacto en la economía israelí”, en referencia a las protestas por la reforma judicial.

Yaron ya había alertado sobre los coletazos de la crisis política en enero, durante una reunión con Netanyahu. En ese momento, le transmitió al primer ministro las preocupaciones y advertencias hechas por importantes figuras del ámbito político y económico durante las reuniones que el gobernador del BCI mantuvo en el Foro de Davos, al que asistió como principal representante de Israel, informan medios en hebreo citando fuentes oficiales.

El BCI ha aumentado constantemente su tasa de interés de referencia desde un mínimo histórico del 0,1% en abril pasado en un intento por controlar la inflación, que ha estado rondando el 5% en términos anuales durante los últimos seis meses, por debajo del objetivo del gobierno de mantenerla entre el 1% y el 3%.

“La actividad económica en Israel está en un nivel alto y está acompañada por un mercado laboral ajustado, aunque hay cierta moderación en una serie de indicadores”, dijo el BCI en un comunicado. “Ha habido cierta moderación en la inflación anual, pero la moderación es más lenta que las evaluaciones anteriores”.

Además del anuncio sobre las tasas, el equipo de investigación del BCI también revisó su pronóstico de indicadores económicos y dio dos escenarios posibles.

En el primer escenario, que supone que la coalición y la oposición alcancen un amplio consenso sobre la reforma judicial y resuelvan los desacuerdos de una manera que no afecte la actividad económica en el futuro, se prevé que la economía crezca un 2,5%, el desempleo promedie 4,1% y que la inflación baje hasta el 3,9%.

En el segundo escenario, la reforma no llega a un compromiso y se acentúan las tensiones. En ese caso, el impacto potencial podría ser del 0,8% del PIB durante los próximos tres años o del 2,8% si se profundiza. Este escenario no da previsiones en materia de desempleo e inflación.