Nuevas aproximaciones a 80 años de la evacuación de los judíos dinamarqueses

31 enero, 2023 , ,
Judíos daneses siendo transportados a Suecia. Museo Nacional de Dinamarca.

Por Dr. Israel Jamitovsky

En el presente año se cumplirán 80 años de un memorable hecho histórico acaecido durante la ocupación alemana en Dinamarca en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. El 1° de octubre de 1943, Hitler ordenó la detención y arresto de los judíos daneses. A pesar de los enormes riesgos  que conllevaba, la  Resistencia Danesa logró evacuar por la vía marítima a la Suecia neutral a unos 8.000 judíos daneses. El rescate permitió la salvación de la inmensa mayoría de la  comunidad judía, sólo un 5% de los judíos daneses fueron deportados al campo de  Theresienstadt en Bohemia, el 99%  de ellos lo sobrevivió.

Con el devenir del tiempo, la investigación histórico ha permitido abordar facetas menos conocidas  de esta evacuación. En este contexto hace escasos días se publicó en uno de los suplementos del cotidiano israelí Haaretz, una  interesantísima entrevista que el periodista  David Stavro le realizó a la historiadora Dra. Orna Keren-Carmel, docente de la Universidad de Jerusalén y especializada en las relaciones entre Israel, el pueblo judío y los Países Escandinavos.

Dinamarca acota Keren-Carmel, fue el único país europeo que aceptó someterse  desde un principio al dominio alemán a  sabiendas que carecía de toda chance para enfrentarlo exitosamente y en contraprestación, preservó su autonomía en distintos espacios de la sociedad civil, incluso en marzo de 1943 se celebraron elecciones ganadas por el Partido Social Demócrata que por su parte se comprometió a seguir colaborando con Alemania. La vida de los judíos daneses no se alteró y desde una perspectiva alemana, esta coyuntura  encajaba en la narrativa nazi de la cercanía existente entre la raza aria y la raza nórdica.

Todo este cuadro se altera en el verano de 1943 al agudizarse la resistencia  de la organización clandestina danesa reflejada en acciones de sabotaje, huelgas generales e insurrecciones contra los ocupantes alemanes. Ante ello Alemania solicitó  cesar las protestas e imponer la pena de muerte sobre sus integrantes, por lo que el 29 de agosto de 1943 todo el gobierno danés presentó su renuncia y desde ese momento cesó toda colaboración con el régimen nazi.

Es en ese momento en que el representante alemán en Dinamarca Werner Best decidió expulsar a los judíos daneses a Theresienstadt, pero el mismo Best poco tiempo antes de la fecha prevista  de la expulsión, reveló al Agregado Naval  alemán en Dinamarca  de dicha decisión quien a su vez ia trasmitió a Hans Hedtoft (portavoz del Partido Social Demócrata)  el cual por su parte puso al tanto  al Movimiento de Resistencia Danés y al Rabino mayor de la comunidad en funciones Marcus Melchior. Según  Keren-Carmel sus móviles no fueron precisamente  altruistas, sino al parecer continuar la colaboración  en el espacio político y económico entre Alemania y Dinamarca y evitar de ese modo  un conflicto entre ambos países por la cuestión judía. Así Werner Best podía informar a Hitler que Dinamarca estaba «limpia de judíos», desde su punto de vista, el hecho de que los judíos se trasladaron a Suecia y no a un campo de concentración  era irrelevante.

Otra faceta interesante a destacar es la reacción alemana. A la policía germana se le impartió la instrucción de no irrumpir por la fuerza en los hogares judíos. A su vez judíos que huyeron atestiguaron que los alemanes hicieron la vista gorda ante judíos que se ocultaron y huyeron. Según Keren-Carmel , la inteligencia alemana supo que miles de judíos habían arribado a las costas de Suecia, pero  aun  así desde una perspectiva alemana era más trascendente  mantener relaciones correctas con los daneses que aniquilar la pequeña comunidad judía que vivía en su seno.

Estimo que en este espacio el panorama es más complejo del que formula la antedicha  historiadora. En la noche del 6 de octubre de 1943, 80 judíos fueron detenidos ocultos en una iglesia de Gilleleje Por otra parte, cabe señalar que un segmento de la comunidad judía no pudo escapar y en este colectivo hay que señalar a los  adultos, enfermos y parte de los movimientos pioneros judíos quienes se habían ocultado lejos de Copenhague y desconocían la orden de expulsión de los judíos. Algunos de los refugiados judíos nunca llegaron a Suecia. Unos pocos se suicidaron, otros fueron capturados por la Gestapo cuando se dirigían al lugar de embarque, hubieron quienes naufragaron en el Mar Báltico en botes mal equipados para la navegación o fueron interceptados por patrullas alemanas .En total fueron apresados y enviados a Theresienstadt 482 judíos pereciendo 53, el resto retornó a Dinamarca en abril de 1945.

El genuino referente

El éxito de la evacuación judía de Dinamarca y la ayuda prestada por su población gentil hay que ubicarla en otro espacio. Desde los años 30 del siglo pasado y hasta nuestros días  impera en los países escandinavos la política de bienestar social en cuyo contexto asoma en tanto pilar fundamental el principio de la igualdad. En tanto el ciudadano es   parte del Estado, este último es responsable por su suerte y de ahí que las autoridades danesas encararon la defensa de su población judía en tanto parte inseparable de su función y concepción de mundo.  Ya en el acuerdo de rendición de 1940, las autoridades danesas comunicaron a las autoridades nazis que se opondrían a cualquier lesión su minoría judía. Aún después de que esa pequeña minoría judía fuera trasladada a Theresienstadt, el gobierno danés no los abandonó a su suerte. Firmó un acuerdo con Eichmann para que sus  ciudadanos judíos no fueran trasladados al este, fue el único gobierno que se empecinó y visitó a sus connacionales en el antedicho campo de concentración  proporcionándoles  alimentos, indumentaria , vitaminas y tal como se señaló, se rescató  con vida a su gran mayoría.

Más aún, contrariamente a lo sucedido en  numerosos países, al abandonar los judíos el país el gobierno danés   clausuró y protegió  sus  fincas,   todo su mobiliario fue almacenado  y restituido  una vez que retornaron a Dinamarca. Pero su amplitud de espíritu llegó más lejos. Por su propia iniciativa, el gobierno danés resolvió indemnizar  pecuniariamente a sus ciudadanos judíos a causa de las pérdidas ocasionadas al abandonar el país.

Todo ello acredita inequívocamente que la ayuda  principal proporcionada  a la comunidad judía provino de espacios gubernamentales en el contexto de su política hacia sus minorías. A nivel popular ciudadanos daneses y en especial los pescadores que los ocultaron y/o trasladaron a Suecia, percibieron de los judíos en algunos casos, sumas de dinero exageradas para facilitar su huida, otra fuente señala que ello no rigió para personas indigentes. De ahí que el genuino héroe en este evento histórico no fue el ciudadano danés sino la  postura de bienestar social del gobierno danés y su reflejo  e instrumentación en la minoría judía. 

En otro espacio Keren-Carmel aporta una valiosa información. Durante  años se presentó a los judíos como víctimas pasivas, en tanto los daneses fueron quienes les advirtieron del peligro que se cernía, los ocultaron, les proporcionaron alimentos e indumentaria y finalmente los lograron trasladar a Suecia.  Sin perjuicio de la trascendente labor desplegada por la Resistencia Danesa  en su traslado a Suecia y de millonarias donaciones  que percibieron de empresarios daneses para financiar su huida, la investigó histórica detectó que la gran mayoría de los judíos daneses se encargaron por sí mismos  de buscar  espacios de refugio, abandonaron sus hogares pocas horas después de recibir la orden, llegaron por sus propios medios a la costa danesa y gran parte de ellos financió de su peculio su traslado a Suecia.  Otro hecho prácticamente desconocido es que en este espacio también operó una organización clandestina judía compuesta  básicamente por  movimientos juveniles pioneros, que en su momento intentó infructuosamente hacer que sus miembros lleguen a la Tierra de Israel.

Desde una perspectiva histórica y con todos los atenuantes del caso, Dinamarca no sale muy bien parada ante la rendición  y colaboración con el régimen nazi, aunque paradojalmente  esta decisión posibilitó  al principio proteger a su comunidad judía.  La postura del gobierno danés  en primer término así como la de sus espacios fundamentales(casi todos los partidos políticos, Resistencia Danesa, Confederación Sindical  de  Trabajadores y la Iglesia Protestante) hacia sus ciudadanos judíos durante y posteriormente a la Segunda Guerra Mundial, equilibran en buena parte el balance histórico y configuran un referente de orgullo para el pueblo danés.

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3 thoughts on “Nuevas aproximaciones a 80 años de la evacuación de los judíos dinamarqueses”
  1. Lei, no se si es exacto, que el rey CHRISTIAN, negoció con los invasores, les ofrecieron todo tipo de productos lacteos a cambio de no interferir en la evacuacion.
    De todos modos, no disminuye el valor de la actitud del pueblo danés.

    1. Gracias a todos por vuestras reflexiones, desconozco si el rey Crisitián negoció con los nazis lo que no es cierto que el rey optó por lucir la estrella de David amarilla, mas aún los judíos daneses jamás fueron obligados a ostentarla a diferencia de lo que ocurrió en otros espacios.

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