Musulmanes y judíos de Bosnia Herzegovina conmemoraron esta semana siglos de buena convivencia y tolerancia mutua al recordar el llamado «Purim de Sarajevo», cuando en 1819 los musulmanes de la ciudad salvaron a una decena de judíos amenazados de muerte por el gobernador otomano local.
Con motivo del bicentenario de este acontecimiento, las dos comunidades organizaron en Sarajevo una conferencia y exhibición para recordar y destacar que la convivencia pacífica entre las dos religiones es posible en estas tierras desde hace unos 500 años.
Todo ello, en medio de crecientes sentimientos antisemitas y islamófobos, no solo en Europa sino en gran parte del mundo.
Tras la expulsión de los sefardíes de España en 1492 decenas de miles de judíos llegaron al Imperio Otomano, y con ello también a lo que hoy es Bosnia Herzegovina.
«Estas dos comunidades son un luminoso ejemplo de cómo dos religiones diferentes pueden cooperar. Los dos pueblos muestran que la tolerancia es la clave del éxito», aseguró Jakob Finci, histórico líder de la comunidad judía de Sarajevo.
«Lo que desconcierta a este mundo dividido por todo tipo de conflictos es cómo los musulmanes y judíos de Bosnia viven juntos, comparten el bien y el mal», agregó el ex político durante la conferencia celebrada el pasado jueves.
LA COMUNIDAD JUDÍA, DIEZMADA POR EL HOLOCAUSTO
La comunidad judía de Sarajevo -con hoy solo entre 700 y 800 personas, en su mayoría de origen español (sefardí)- contaba hasta la Segunda Guerra Mundial con más de 12.000 personas, casi una cuarta parte de la población de la ciudad entonces.
Sin embargo, gran mayoría de los judíos bosnios fueron asesinados durante la ocupación nazi y el Holocausto.
Los musulmanes conforman la principal de las tres grandes comunidades étnica-religiosas de Bosnia, junto a los serbios y croatas, que se enfrentaron durante la sangrienta guerra civil de 1992-1995. En Sarajevo, un 80 % de la población es musulmana actualmente.
El líder de la comunidad islámica bosnia, Husein Kavazovic, expresó durante la conferencia su esperanza de que conmemoraciones conjuntas de este tipo vayan a «fortalecer la unidad» entre ambas comunidades, pero también con otros grupos en el país balcánico, que sigue traumatizado por la guerra civil hace un cuarto de siglo.
UNA REBELIÓN MUSULMANA DA ORIGEN A UNA FIESTA JUDÍA
El motivo concreto de la conmemoración esta semana es el 200 aniversario de una rebelión de los musulmanes sarajevitas contra el gobernador otomano Mehmed Ruzdi Pasha.
Éste había encarcelado al rabino local Moshe Danon y a otros diez prestigiosos judíos de la ciudad, exigiendo un elevado rescate a la comunidad hebrea a cambio de sus vidas.
Unos 3.000 musulmanes se alzaron en armas para protestar ante la sede del gobernador. Lograron no solo salvar a sus vecinos judíos sino también forzar la destitución y expulsión del administrador.
El historiador bosnio Eli Tauber destacó la importancia de este evento para los judíos sarajevitas, que desde entonces festejan cada otoño lo que llama en ladino (judeoespañol) el «Purim di Saray».
Hacen alusión así a la fiesta judía de Purim, que se celebra cada febrero o marzo (dependiendo del calendario judío) para conmemorar la salvación de los judíos en Persia hace 2.500 años cuando un ministro del Rey propuso aniquilar a todos los hebreos.
La salvación sarajevita de 1819 hace pensar de alguna forma en la historia de Purim, expuesta en el Libro de Ester (Meguilat Ester, en hebreo) que se lee cada año y desde hace siglos en las sinagogas de todo el mundo.
«Purim es una celebración de la libertad. Esta es la primera vez que salimos del marco de nuestra propia comunidad. La comunidad Islámica ha aceptado celebrarla con nosotros», concluyó Tauber. EFE