Moran Asraf es una artista de video y fotógrafa galardonada, profesora e instructora de talleres relacionados con el tema del género, egresada con honores de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad Sapir. Para sus trabajos tanto de fotografía y de video como en los de performances, usa su cuerpo, “ya que es la herramienta por la cual busca su identidad como mujer de la periferia, de origen oriental, la que a lo largo de los años ha sido definida por la mirada de los hombres” nos dice Moran.
Agrega “el cuerpo que actualmente está en el centro de mi trabajo no es un cuerpo lastimado y victimizado, sino una visión actual, experimentada y directa del espectador, feminista, crítica y humorística. Al colocarlo en el centro de mi trabajo, busco ubicar tambien mi biografía personal e íntima como replica central. Una réplica femenina, oriental, de clase, y también político-cultural.”
“Mis materiales y las imágenes de mis trabajos están tomados de recuerdos de la infancia del hogar en el que crecí y de la cultura oriental de la que vengo, tales como elementos de limpieza, (la esponja “scotch” o lana de acero), la comida, los olores, la música, el espacio de las mujeres ocupadas y muchas preguntas que hice cuando era niña y no recibí la respuesta, solo la imagen de mi madre, que es muy dominante en mi vida y mi trabajo. Ahora a través de la crítica y el humor, descubro la represión que existe bajo el disfraz de la elección de tarea diaria de las mujeres en el hogar”.
En estos días de encierro Moran sigue explorando a través de la mirada y de la cámara la actividad del cuerpo en el espacio hogareño, encerrado en la realidad. Veo los materiales que uso para mi creación durante todos estos años, productos y accesorios para lavar vajilla, los que reciben un significado nuevo, de acuerdo a la época que vivimos y con ellos creó máscaras brillantes de Corona, ropa de mujer y otros accesorios corporales que se mueven y absorben las sensaciones de la cuarentena entre paredes blancas, pijamas y actividades diarias que se repiten en un bucle sin fin en el silencio diario.
“Hoy en día, cuando la realidad del mundo se ha detenido, todo lo que se impone es el espacio hogareño, y especialmente a las mujeres que se ven obligadas a ingresar nuevamente para ser “encarceladas” en un espacio hogareño, sin la posibilidad de mantenerse por sí mismas y todo su rol es criar a los niños limpiando y cocinando sin ningún espacio de ocio o respiratorio”. Por todo esto, Moran quiere llevar al espectador a un espacio de humor y crítica, un espacio de realidad virtual colorida y brillante que permita un escape momentáneo pero que también contenga signos de silencio, miedo y ansiedad. El cuerpo y el bucle infinito “Corona Loop” y las operaciones de “limpieza” que continuamos realizando durante todo el año.