Por Dr. Israel Jamitovsky
Acaba de trascender y hacerse público que los Rollos de la Torá más pequeños del mundo serán próximamente vendidos en subasta pública en Israel. Su precio inicial es de 250.000 shékels israelíes (73.225 dólares) pero se estima que el precio final puede incluso duplicarse.
Se trata de Rollos de la Torá que se elaboraron y escribieron en el siglo 19 conforme al rito ashkenazí. Según estima la Casa de Subastas jerosolimitana Taj Mahal, conforme a los estudios e investigaciones practicados se trata de los Rollos de la Torá más pequeños del mundo en mérito a sus dimensiones extraordinariamente reducidas. La altura del texto escrito es de apenas 6 centímetros sobre fragmentos cuya altura es de 7.6 centímetros, cada columna posee 42 líneas y en total contiene 264 columnas, elaboradas y redactadas sobre 54 fragmentos asentados en un cuero grueso pero de excepcional calidad.
Expertos señalan que asimismo aflora en estos Rollos de la Torá la calidad y llamativa belleza de su escritura. A ello debe aunársele que los Rollos se asientan sobre dos Árboles de la Vida, nombre bíblico adjudicado a cada uno de los trozos y segmentos de madera que se usan para enrollar a su alrededor los pergaminos en los que se escriben y leen los distintos volúmenes que componen el Pentateuco. Estos segmentos de madera están hechos de plata y contienen grabados e ilustraciones del espacio de la naturaleza.
Para depositar, conservar y trasladar estos Rollos de la Torá tan especiales, se elaboró igualmente un pequeño e impresionante ropero de una madera de gran calidad y amalgamada con fragmentos de plata. En el centro de este receptáculo que en la tradición judía recibe el nombre de Arón Hakodesh, irrumpe el famoso versículo bíblico «Moisés nos entregó la Torá patrimonio de la comunidad de Jacob».
Estos Rollos de la Torá se ajustaron estrictamente a las normas de la tradición judía estipuladas en el Talmud Baba Batra y los expertos en subastas y ventas de este espacio sostienen que un Sefer Torá tan reducido y de atributos tan especiales requiere una gran dominio y un talento especial y por cierto, son escasos los especialistas habilitados para cristalizar y plasmar un emprendimiento de este signo y perfil.
Lo interesante a señalar es que pese a los esfuerzos desplegados, se desconoce hasta el momento quien fue el propietario original de estos Rollos.
En otro contexto, cabe señalar que pequeños Rollos de la Torá o por lo menos aquellos de no mucha envergadura fueron frecuentes en el pasado en las distintas comunidades judías.De esa manera familias y en especial líderes espirituales podían llevárselos consigo sin mayores problemas cuando se trasladaban de un lugar a otro e incluso cuando debían escaparse o huir del lugar en el que residían.
Una invocación personal y por cierto emotiva. Poco tiempo después de desmembramiento de la Unión Soviética, apareció abandonado en las cercanías de la Embajada de Israel en Moscú un pequeño Sefer Torá. Posteriormente fue trasladado a Israel y entregado al Museo de la Diáspora sito en Tel-Aviv. Según expertos se trataba de Rollos de la Torá de comienzos del Siglo 20 que estaba ocultos habida cuenta de la prohibición de toda práctica religiosa en la Unión Soviética de entonces. Pese a ello, resistió los embates del tiempo, amén de los cuidados y desvelos personales posiblemente el clima frío del lugar haya incidido positivamente al respecto.
Un miembro de la comunidad de Ramat Aviv (norte de Tel-Aviv) a la que pertenezco y que se desempeñaba a la sazón como historiador en el Museo de la Diáspora, logró que este organismo aceptara finalmente donar a nuestra comunidad estos Rollos de la Torá. Hubo naturalmente que hacer reparaciones en dichos Rollos, pero una vez culminadas, recuerdo la ceremonia especial celebrada en nuestra sinagoga en el que entro otros hicieron uso de la palabra el Director General del Mueso de la Diáspora. Las palabras escasean para verter y reflejar la emoción que embargó a los presentes aquella noche y el simbolismo que implicó el uso nuevamente de esos pequeños Rollos de la Torá en la Tierra de Israel.