El diputado Avigdor Liberman, líder del partido nacionalista secular Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), recalcó su promesa de impulsar un gobierno de unidad, y criticó el discurso del líder del partido Azul y Blanco (Kajol Labán), el ex jefe del Estado Mayor Benny Gantz, pronunciado inmediatamente tras las elecciones.
«La conclusión clara es que todo lo que dijimos está sucediendo. Hay una opción para establecer un gobierno de unidad amplio y liberal, y decimos que no nos sumaremos a ninguna otra opción», aseguró Liberman.
«No nos sentaremos con la Lista Árabe Conjunta, y por lo tanto, todos deben entender que es una pena perder el tiempo y usar la presión. Necesitamos entrar rápidamente en el único carril posible. Nadie tiene 61 [escaños] para ser recomendado [primer ministro]; y si no hay 61 recomendaciones, la Knéset (Parlamento) se disolverá. Cualquiera que piense que existe una opción para celebrar nuevas elecciones está cometiendo un error».
Liberman enfatizó que el partido Israel Beitenu no se sentará en un gobierno estrecho con los partidos ultraortodoxo (haredíes), ni con la Lista [Árabe] Conjunta.
«Estoy decepcionado con el discurso de Benny Gantz», agregó Liberman. «No escuché nada claro. No discutiremos ninguna opción para formar un gobierno sin un compromiso claro de antemano de que los estudiantes de los seminarios rabínicos (yeshivot) serán enrolados [en las Fuerzas de Defensa de Israel] y que el proyecto de ley será aprobado con cada punto y coma que tenía cuando pasó su primera votación (lectura)».
«Otra condición básica para que ingresemos al gobierno es que el plan de estudios básico (currículo) se enseñe en el sistema educativo ultraortodoxo (haredi). Haremos que cualquier apoyo del gobierno dependa de la enseñanza del plan de estudios básico. No cederemos ante nuestra demanda de cancelar la Ley de Supermercados y autorizar el transporte público en Shabat”, el día de descanso judío.
«Estas son nuestras condiciones y hasta que no escuchemos las cosas con claridad no hablaremos ni con Gantz ni con [el primer ministro Benjamín] Netanyahu. Nuestra confiabilidad es importante y no tenemos la intención de retroceder ni siquiera un ápice en nuestros compromisos con nuestros votantes. No perderé el tiempo en conversaciones vacías. No habrá negociaciones y todo lo que hagamos será completamente abierto y transparente. No habrá negociaciones por debajo de la mesa».