Shoftim (jueces)
La parashá o capítulo semanal pasado, vuelve sobre un tema vital, polémico, y obviamente actual.
Siendo que soy médico y no abogado, pido disculpas a los especialistas en la materia, pero el comentario de un tópico que abarca y toca al conjunto social lo merece.
Ley del hombre.
En verdad, uno puede apreciar que las leyes humanas se van modificando en el tiempo. Y las causas puede ser en ciertos casos potables, y en otros casos de oportunidad. Fogoneada por movimientos humanos, reclamos que pudieran parecer justos o no. O por presión de ciertos grupos contestatarios que muchas veces se tornan violentos como en el caso del feminismo o las pro-aborto.
Ley de D’os.
A diferencia de las leyes humanas, tan mutables o de ocasión, y por ejemplo las leyes de Nuremberg promulgadas con la intención de querer dar un marco de legalidad a movimientos antisemitas y racistas y crueles, por el otro lado, lo que proviene de lo Divino es lo opuesto.
Al estudiar la Torá, uno descubre su atemporalidad, y que todas ellas continúan plenamente vigentes desde que fueron entregadas formalmente por Moshé Rabeinu sin necesidad de ser cambiadas en ninguno de sus aspectos.
De profundidad infinita, el Creador dicta normas solo a favor y para bien de sus hijos de forma tajante e inapelable.
Final
Aún, aquellas leyes que podrían hacer que nos sintamos incómodos solo buscan inquietaron. O in-quietarnos, es decir (sacarnos de la quietud) movilizarnos y despertarnos, para hacernos salir de nuestra zona de confort.
Shabat Shalom.
Dr. Natalio Daitch