Lej Lejá. Coincidencias.

30 octubre, 2023 , , ,
Partida de Abraham, según József Molnár. Foto: Wikipedia - Dominio Público

Y un ángel del Eterno le dijo: “He aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y llamará su nombre Ishmael, porque D’os ha oído tu aflicción. Él será un hombre silvestre: su mano estará en todo, y la mano de todos en (contra de) él; y frente a todos sus hermanos habitará”.
Libro del Génesis – Capítulo 16: 11-12

Coincidencias.

El capítulo semanal de la Torá, que hemos leído este Shabat, no deja de sorprender/nos. Aquí aparece en escena el origen de los pueblos árabes, y los rasgos fundamentales de aquel que dio a luz Hagar, la sirvienta de Sara. Si bien ambos, Ishmael e Isaac son hijos de Abraham Abinú, sus madres no pueden congeniar.

La matriarca observa en Ishmael ciertos rasgos negativos, y le pide a su esposo echar y/o alejar a Hagar y a su hijo Ishmael al desierto.

Abraham duda, pero Hashem le dice que escuche la voz de su esposa. Hay razones para imponer un alejamiento, aunque el acto impresiona de una gran dosis de crueldad.

Sin generalizar.

Ya que hay excepciones, como en todos los grupos humanos, la Torá adelanta lo que nos sucederá, ya que la coexistencia con él y con su descendencia no será posible o le será muy dificultosa y peligrosa a Isaac y a todos sus hijos en aquel momento y a futuro.

No cabe duda que todos los atentados terroristas árabes-palestinos, e islamitas en el propio Estado de Israel y en el mundo entero, nos muestran que el mensaje divino es verdadero. Y para quien pueda, con mucho derecho, objetar el sentido de las Sagradas Escrituras, lo ocurrido el 7 de octubre último pasado, descubre a que peligro tremendo y terrible al que nos enfrentamos y nos exponemos al tener que convivir con los árabes que se dicen palestinos nos guste o no así decirlo.

La matriz.

El útero, o lo que se trae de fábrica. Y toda la cultura y el modo de vida de estas sociedades, que incluso en los propios países árabes musulmanes, y más allá del conflicto árabe-israelí, evidencian internamente un grado de violencia de alto voltaje, que en verdad no reconoce límites ni barreras de contención.

¿Problema judío o el problema árabe-islamista?

Hitler pudo centrar o focalizar o direccionar la frustración y el sufrimiento del pueblo alemán sobre una minoría. A ella, a nosotros nos culpó por todos los males sufridos por Alemania. No fue el primero, ni tampoco será el último.

Esta ponzoña circula desde hace décadas en todos los países árabes. El libro “Mi Lucha” es un libro de referencia en estos países, y de hecho hace unos años atrás, y aún con tratado de paz de por medio, la serie top en la televisión egipcia era “Jinete sin caballo” que para resumirlo era la versión árabe de los Protocolos de los Sabios de Sion.

Por otro lado, los árabes palestinos e islamistas endilgan a Israel tener políticas nazis o ser un Estado segregacionista. Apoyados por una izquierda de baja estofa han logrado impregnar ciertos ámbitos como los claustros universitarios y hasta en sindicatos o pregonando en poblaciones marginadas o resentidas o relegadas como los afroamericanos y en aquellos presidarios, que son receptivos a una religión modulada con aristas violentas.

Obviamente, el análisis lógico, histórico, objetivo, tanto del pasado (el Mufti de los palestinos aliado de Hitler), y en el presente donde millones de árabes viven en Israel gozando de amplios derechos civiles, mientras que ningún judío puede ni podría vivir en Cisjordania o en Gaza controlada por la Autoridad Palestina o por Hamás.

Más del 90% de los autores de atentados de sangre en Europa, Estados Unidos, y en Asia, sea contra judíos, cristianos, e incluso contra los mismos musulmanes, son árabes islamistas, o islamistas no árabes.

Hay excepciones.

Son pocas las voces en el mundo árabe y musulmán que se atreven a alzar su voz, y protestar por tantas violaciones a los derechos humanos. Puede por miedo, o por lo que sea, y el resto calla.
Pero el que calla otorga.

El nudo del problema.

El problema intestino árabe y musulmán debe ser resuelto entre ellos. En su propio ámbito. Pero como siempre, la Yihad es la forma de proyectar hacia fuera y hacia el otro el problema.

Ellos maquillan la realidad de que el enemigo se encuentra afuera, y que es el otro al que hay que combatir o matar. Y todo esto oculta que son ellos mismos o desde sus propias entrañas de donde proviene el problema y a donde deben apuntar y rectificar.

El rapto de Lot. Final.

Mientras los soldados de las FDI ingresan en Gaza y arriesgan sus vidas para intentar rescatar a más de 200 rehenes, y liquidar a Hamás, en la parashá o capitulo semanal que leímo, se relata como Abraham Avínu, logra rescatar (en forma milagrosa) a su sobrino Lot que había sido raptado en la guerra de los 4 contra los 5 reyes.

La sintonía y la coincidencia es sorprendente. La Torá Sagrada nos muestra que es mucho más que la BBC news, y aguardamos que también en esta oportunidad, seamos testigos que se pudieron rescatar a todos los rehenes con vida, y que los soldados (todos ellos) regresen en paz y bien a sus hogares.

Amén.

Dr. Natalio Daitch

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