Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) estiman que para el año 2026 podrán reclutar a casi 5.000 judíos ultraortodoxos, una cifra que crecerá al año siguiente y que no contempla límites o cuotas, como pretende el actual Gobierno, encabezado por Benjamín Netanyahu.
En una respuesta a la Corte Suprema de Justicia tras las peticiones de varios grupos prodemocracia para que las FDI comiencen a reclutar a los ultraortodoxos (después de que el alto tribunal tumbara en junio pasado la exención del servicio militar obligatorio de la que disfrutaban), el Estado aseguró que no hay un límite al número de judíos utrarreligiosos que podrán ser reclutados a partir de 2026.
La respuesta choca con los esfuerzos del actual Gobierno por aprobar una ley para apuntalar en gran medida la exención militar, que desde la fundación del Estado de Israel había estado recogida en disposiciones especiales pero que nunca había formado parte de la legislación.
Este proyecto de ley, impulsado por los dos socios ultraortodoxos de la coalición de Gobierno (Shas y Judaísmo Unido de la Torá), permitiría establecer cuotas para el reclutamiento de jóvenes estudiantes de la Torá, y así no contravenir la orden de la Corte Suprema.
Según la cadena pública Kan, el ministro de Defensa, Israel Katz, llegó a pedir al Ministerio de Justicia eliminar las estimaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel sobre la cantidad del ultraortodoxos que podrían absorber.
Esta mañana, en un mensaje en la red social X, Katz negó las informaciones, y dijo que la postura de las FDI aparece en el informe “completa, tal y como estaba planeado y solicitado”.
“A aquellos que construyeron fantasías y se lanzaron de cabeza a una piscina vacía les deseo salud y éxito”, aseguró el responsable.
Katz sucedió en noviembre al anterior ministro de Defensa, Yoav Gallant, que fue cesado por Netanyahu, una decisión que el propio Gallant atribuye en gran medida a su oposición a la exención militar de los ultraortodoxos.
El exministro, que seguía siendo parlamentario del Likud (el partido de Netanyahu), abandonó a su escaño, a principios de enero, por su oposición al proyecto de ley que prepara el mandatario. EFE y Aurora