El propio mandatario papuano será el encargado de abrir oficialmente la misión diplomática permanente en Jerusalén, donde solo unos pocos países han establecido sus embajadas en lugar de en Tel Aviv, confirmó escuetamente en un correo electrónico un portavoz de la oficina de Marape sin aportar más detalles.
Actualmente Papúa Nueva Guinea, que tiene relaciones oficiales con Israel desde 1978, solo tiene un consulado cerca de Tel Aviv y gestiona sus relaciones diplomáticas con Israel a través de las embajadas que ambos países mantienen en Australia.
El plan del gobierno de Marape, que busca posicionarse como un país clave en la región del Pacífico en el marco de la competencia geopolítica entre Estados Unidos y China, se da después de que Sierra Leona anunciara la semana pasada su compromiso de abrir su embajada en Jerusalén en una fecha no fijada aún.
Israel liberó de la ocupación jordana la parte oriental de Jerusalén en 1967 y la anexionó en 1980. En protesta por esta anexión, más de una veintena de países que tenían sus embajadas en la parte occidental de Jerusalén las trasladaron a Tel Aviv.
En 2018 el entonces presidente estadounidense Donald Trump reconoció a Jerusalén como la capital israelí y trasladó su embajada a la ciudad.
A Estados Unidos le siguieron los pasos Guatemala, Honduras y Kosovo.
Asimismo, Australia reconoció en 2018, durante el mandato del primer ministro liberal Scott Morrison, la parte oeste de Jerusalén como la capital de Israel -sin trasladar la embajada-, aunque en 2022 el actual mandatario australiano, el laborista Anthony Albanese, revirtió la decisión.
Por su parte, Paraguay trasladó su embajada en Israel a la Ciudad Santa en mayo de 2018, pero tan solo unos cuatro meses después dio marcha atrás y devolvió la sede a Tel Aviv. Sin embargo, el recién investido presidente paraguayo, Santiago Peña, se comprometió este mes a reabrir la embajada en Jerusalén a finales de año. Aurora y EFE