Por el Profesor Hillel Frisch
Estas noticias falsas encajan perfectamente con las cifras generales de víctimas proporcionadas por el Ministerio de Salud, controlado por Hamás, durante el conflicto.
Hamás afirmó el 17 de octubre que un ataque aéreo israelí contra el Hospital Árabe al-Ahli en la ciudad de Gaza provocó la muerte de al menos quinientas personas (luego la cifra fue rebajada a 471) y cientos más resultaron heridos. El portavoz internacional de Hamas, Al Jazeera, hizo circular ampliamente esta versión de los acontecimientos en sus canales árabe e inglés, y el mundo musulmán adoptó instantáneamente estas cifras como un hecho establecido.
Sin embargo, la cuestión de quién había atacado el hospital se convirtió casi de inmediato en el centro de la controversia. Según Hamás y Al Jazeera, se trató de un misil israelí que atacó al hospital. Israel respondió a la acusación proporcionando evidencia visual de que lo que impactó en el hospital no fue un misil israelí sino un cohete fallido lanzado por la Yihad Islámica Palestina desde un sitio de lanzamiento ubicado en un cementerio vecino, a cincuenta metros del hospital. Israel también se arriesgó a comprometer su monitoreo de inteligencia al hacer pública una conversación interceptada entre dos terroristas de Hamás en la que uno de ellos reveló al otro que efectivamente se trataba de un lanzamiento fallido de un cohete por parte de la Yihad Islámica lo que impactó en el hospital.
En el feroz debate sobre quién atacó el hospital se pasó por alto la verosimilitud de la afirmación de que tantas personas murieran y resultaran heridas en el ataque. Si se analizan las características físicas y espaciales de este pequeño hospital, estas cifras parecen muy exageradas, si no una absoluta invención.
El espacio total del hospital (edificios y jardines) equivale aproximadamente a 1.650 metros cuadrados o poco más de un tercio de acre. El hospital consta de dos edificios pequeños (más bien casas grandes), que albergan ochenta camas y un gran edificio muy moderno de vidrio y acero que consta de clínicas ambulatorias especializadas en una amplia gama de departamentos médicos y psicológicos. En conjunto suman 650 metros cuadrados. Los dos jardines, uno al oeste del pequeño complejo y otro al norte, cubren unos 900 metros cuadrados. Otros 100 metros cuadrados se componen de arbustos y un jardín muy pequeño a la entrada del recinto.
El prelado anglicano en Jerusalén, cuya diócesis gestiona el hospital con financiación de la Conferencia Bautista del Sur, declaró en una entrevista con el rector del Seminario Teológico de Virginia cuatro días antes del ataque que el hospital emplea a setenta administrativos a tiempo completo y sesenta de tiempo parcial, personal médico y de servicio. Dado que el ataque tuvo lugar a las 7 p. m., se puede suponer con seguridad que parte del personal administrativo ya no estaba allí y, por lo tanto, dado que el personal médico estaba trabajando por turnos, es muy poco probable que el número de pacientes y personal en el edificio era superior a 120-150. En cuanto al edificio de consultas externas, se puede suponer con seguridad que a las 7 de la tarde había poca actividad en ese inmueble.
Hamás afirmó que desde el comienzo de la guerra, el hospital se había convertido en un santuario para refugiados de los ataques aéreos israelíes. Probablemente estaban ubicados en dos jardines de novecientos metros cuadrados. Incluso si personas con mochilas se refugiaran allí en filas ordenadas, una tras otra y una al lado de la otra, el jardín podría albergar como máximo entre 200 y 250 personas y esto no incluiría espacio para instalaciones básicas como agua, baños portátiles e incluso un comedor improvisado. Esto significa que, como máximo, podría haber entre 300 y 350 personas en el hospital y sus jardines en el momento del ataque, aproximadamente un tercio del número mínimo de muertos y heridos afirmado por Hamás y tan fácilmente aceptado por Al Jazeera y los países árabes que se apresuraron a condenar a Israel y responsabilizarlo de la explosión. Esto también significa que el cohete habría matado o mutilado a todos los que se encontraban en el hospital y sus terrenos, algo poco probable dado que la explosión no destruyó físicamente el complejo en su totalidad.
El prelado anglicano, palestino, que se mostró muy prudente y cuidadoso en la entrevista debido a la complejidad de su mandato y al hecho de que, según él, sólo quedan 1.000 cristianos en Gaza, una décima parte de los que había hace treinta años, habló de aquellos refugiándose en el hospital pero no dijo que había cientos de personas en el recinto hospitalario.
También llama la atención que al menos un hospital, el Hospital Europeo de Khan Yunis, situado a sólo veintidós kilómetros del hospital Al Ahli, no haya registrado ninguna actividad especial tras el incidente. La entrada al hospital ha sido filmada constantemente con cámaras HD casi desde el comienzo del conflicto. Según el Ministerio de Salud dominado por Hamás y el jefe de la unidad de terapia intensiva del hospital al-Shifa, el más grande de Gaza, los hospitales de Gaza se estaban quedando sin salas de cirugía para atender a los heridos incluso al comienzo de la campaña. La cifra de cientos de heridos en un ataque ciertamente habría requerido distribuir a los heridos entre los 13 hospitales de Gaza. Después de todo, incluso el hospital más grande de Gaza, al-Shifa, tiene sólo diez quirófanos.
Quizás la mejor evidencia de que Hamás está circulando noticias falsas, tanto en relación con la explosión del hospital como en general, radica en las cifras generales de víctimas citadas por el Ministerio de Salud de Gaza controlado por Hamás. Según el Ministerio, 3.500 habitantes de Gaza murieron en los primeros 12 días de combates. Esto significaría aproximadamente trescientas muertes al día, 15 veces más que el número promedio de muertes diarias en Gaza, según datos proporcionados por la Oficina Central Palestina de Estadísticas para 2021. Esto significaría cientos de cuerpos apilados fuera de las morgues de Gaza y sitios de entierros masivos, cuyas imágenes aún no han sido proporcionadas (o fabricadas) por Hamás.
Al ponerse del lado de Hamás, a muchos claramente no les preocupan los hechos reales. Sin embargo, un análisis racional de los datos podría convencer a personas razonablemente sensatas, que con suerte representan a la mayoría de la población de los países democráticos avanzados, y especialmente a sus líderes y tomadores de decisiones.
Fuente: JISS – The Jerusalén Institute for Strategy and Security
Las afirmaciones de Hamás…
Si la foto que aparece en esta noticia es la del lugar de la caída del cohete, entonces es el lugar exacto de la explosión. La foto muestra que los vehículos están quemados, no destrozados como ocurriría con un misil israelí. A todas luces, la noticia de Hamás es incendiaria por ser totalmente falsa. Que Al Jazeera y otros medios internacionales se hayan hecho eco de Hamás en la noticia, muestra la clara falta de honradez como periodistas y la complicidad de dichos medios para presentar noticias en contra de Israel, algo que no es nuevo. Israel debe presentar en medios noticiosos serios alrededor del mundo las evidencias que tiene para que la gente comprenda la clase de medios noticieros que hay que publican noticias falsas intencionalmente.
Con tal de poner a Israel como unos malvados, estos terroristas no tienen vergüenza alguna,para mentir, yo me dije de inmediato donde están los muertos, hay muchos que se dejan engañar, en todas las cosas sin averiguar primero .A los malos no se debe creer en nada.Satán es el padre de la Mentira. Shalom
Goebbels decía: miente miente qué algo quedará. Los que les creen siempre nos están prejuzgando: se convirtieron en juez y parte
CNN la BBC dicen que fueron 500 y que fue Israel que ellos no dicen mentiras
A los pocos segundos del lamentable suceso, se dijo contundentemenre que el autor era Israel, que habían 500 muertos, y otros centenares de personas atrapadas bajo los escombros, ocasionando un clamor mundial por el «genocidio» brutal hecho por el sionismo. La investigación posterior mostró algo muy diferente, fue un cohete árabe, y no hay centenares de atrapados bajo los muertos, pero muchos fervorosos simpatizantes de Hamas siguen insistiendo en esa versión a pesar de los datos en contra.