La visita de Biden a Israel: valor simbólico y logros condicionales

Joe Biden e Isaac Herzog Foto: Haim Zach GPO vía Facebook

Por el embajador Shimon Stein

Esto se refleja en la baja calificación del presidente; la guerra en Ucrania, cuyo final no se vislumbra; y la competencia de las Grandes Potencias, que ha conducido a un cambio en las prioridades de la política exterior y de seguridad, lo que en términos de Oriente Medio supone una disminución de la importancia de la región entre los intereses estadounidenses.

En un intento por cambiar esa imagen, Biden señaló en un artículo previo a la visita que viajaba a Medio Oriente para comenzar un capítulo nuevo y más prometedor en la participación estadounidense allí.

La implementación de esta ambiciosa declaración de intenciones está por verse.

El catalizador inmediato es el desamparo económico-energético en Estados Unidos provocado por la guerra en Ucrania y el deseo o la esperanza de superarla con la ayuda de Arabia Saudita, que el presidente calificó previamente de estado paria.

La visita de Biden a Israel, que originalmente se suponía que sería su única parada en la región, tiene ante todo un valor simbólico. Como dice el refrán, la importancia de la visita radica en su propia ocurrencia.

El presidente quiere expresar su compromiso con la seguridad de Israel y, además, transmitir a la región que este es un componente importante en la disuasión de Israel.

En cuanto a la cuestión palestina, los dieciocho meses desde que Biden ingresó a la Casa Blanca se han caracterizado, entre otras cosas, por la falta de activismo en este sentido, dado el entendimiento de que las condiciones en ambos lados no están maduras para un diálogo renovado o la discusión de una iniciativa política, y por un deseo, aunque no declarado, de evitar crear una crisis que pudiera beneficiar a la derecha israelí.

La importancia de la reunión programada del presidente Biden con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, también radicará en su ocurrencia.

Con la excepción de una serie de gestos, la reunión con el presidente de los EE. UU. no cumplirá los deseos de los palestinos, incluida la apertura de un consulado estadounidense en Jerusalén Este y la renovación del proceso político.

Se espera que el tema iraní esté en el centro de las discusiones estadounidense-israelíes durante la visita de Biden, pero no debe esperarse un cambio en las posiciones de las partes sobre el propósito de las negociaciones con Irán, que giran en torno a las condiciones para la renovación del acuerdo nuclear y el retorno de los Estados Unidos al acuerdo.

Al fin y al cabo, el éxito del viaje del presidente Biden a Oriente Medio se medirá por su capacidad para persuadir a Arabia Saudita de aumentar la producción de petróleo y comenzar un proceso de rejuvenecimiento de las relaciones entre Washington y Riad.

Otros logros serían un acuerdo saudita para un proceso gradual de normalización de las relaciones con Israel (acompañado al menos de gestos simbólicos) y el lanzamiento de un proceso para establecer una alianza de defensa regional en Oriente Medio que también incluiría a Israel.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.