Durante la guerra desencadenada por el ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, donde los terroristas de Hamas mataron a cerca de 1,400 personas, una comunidad de familiares de soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel comenzó a organizarse para brindar su apoyo económico, estratégico y emocional al ejército israelí´que continúa en combate..
Desde el comienzo del conflicto, bajo el liderazgo de Ari Briggs, One People recaudó millones de dólares para garantizar que las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (DFI) en primera línea tengan el equipo de protección que necesitan.
En solo unos días alcanzaron la cifra de más de 3.7 millones de dólares, y sus voluntarios civiles ya comenzaron a adquirir y entregar este equipo vital para los soldados.
Briggs contó que todo comenzó cuando descubrió que su hijo, un reservista, no tenía chaleco antibalas ni casco de cerámica para protegerlo de balas en las operaciones militares.
En las horas posteriores a los ataques, Briggs se propuso conseguir placas de cerámica no sólo para su hijos Gilad y Eliyahu, sino para los otros miembros de sus respectivas unidades.
Cuando llegó a la base a entregar el equipamiento, Briggs relató que comprendió que “la forma de salvar tantas vidas como fuera posible era recolectar la mayor cantidad de equipo posible”. Rápidamente más de 100 personas, principalmente inmigrantes, se ofrecieron para ayudarlo.
Al día de hoy, la organización trabaja en conjunto con las FDI y ya entregaron casi 15.000 chalecos antibalas y más de 1.400 cascos.