El acuerdo de demarcación de fronteras marítimas entre Israel y Líbano, anunciado ayer y aprobado este miércoles por los gobiernos de ambos países, será «claramente beneficioso para la estabilidad y la prosperidad de la región», según dijo hoy el portavoz de la ONU Stéphane Dujarric.
En su rueda de prensa diaria, Dujarric saludó este acuerdo que delimita por fin una frontera marítima permanente y dijo que se trata de «una evolución positiva».
Reiteró que la ONU «sigue muy comprometida con las partes» y dijo que seguirá apoyando este proceso en estrecha coordinación con Estados Unidos, que ha mediado en el acuerdo dado que Israel y Líbano no tienen relaciones diplomáticas.
El acuerdo entre Israel y Líbano acaba así con una disputa de larga data sobre la demarcación de aguas ricas en gas en el Mediterráneo, y supone el final de meses de negociaciones intermitentes que comenzaron en 2020.
El territorio en cuestión consiste de unos 860 kilómetros cuadrados de mar, que cubre los yacimientos de gas de Karish y Qana, y permitirá que el Israel explote el primero y su vecino árabe el segundo, según una versión del texto definitivo difundida hoy por medios israelíes.
Líbano e Israel entraron por última vez en guerra en 2006: aquel conflicto duró 34 días y se saldó con la muerte de unos 1.200 libaneses y 165 israelíes; desde entonces, los dos países vecinos han vivido en una paz relativa que no ha impedido los esporádicos enfrentamientos con cohetes entre el ejército israelí y las milicias de Hizbulá.
Con información de EFE