Gastón Saidman
La organización BDS se hizo conocida en todo el mundo por ser agresivamente activa contra Israel y lograr obscurecer su imagen en muchas zonas del mundo. Hoy, después de un largo periodo parecería ser que dicha organización estaría levantando cabeza en países de Sud América, esto es algo que muchos analistas subestimaron desde un principio, como también por lo contrario hubo quienes intentaron informar el peligro del crecimiento de dicha organización en la zona.
Por desgracia el antisemitismo es un fenómeno que está creciendo en Chile y esto no sólo se nota en la sociedad influenciada por la mala prensa o la comunidad palestina la cual creció con el transcurso de los años, a esto hay que sumarle la actividad de la organización BDS que si bien logró tener peso dentro de diversas universidades en Europa o en los Estados Unidos, en Latinoamérica junto con el marcado antisemitismo y la comunidad palestina han logrado llegar a trabajar en unión con políticos y altos funcionarios. Un informe realizado sobre la actividad antisemita que se vive por Internet, nos enseña una base de datos en como ciertos medios fueron utilizados para la generación del odio y el antisemitismo.
Según el informe se ven las campañas antisemitas efectuadas por las redes sociales durante los meses de mayo, junio y julio del 2018, aquí podemos notar un registro de posteos institucionales o políticos, campañas, eventos, noticias y publicaciones que incluyen elementos antisemitas.
El BDS se enorgullece hasta el momento de haber podido cancelar viajes a muchos artistas latinos admirados en Israel, quienes por la presión ejercida, se vieron obligados a anular sus visitas, como hay quienes también se unieron al boicot convencidos de las acusaciones que este país recibió por la organización.
Hace muchos años que existe en Chile una sección dentro de su gobierno liderada por la comunidad palestina en el país, esta sección que trabaja como lobby desde una fuente parlamentaria ha logrado llegar a otras entidades públicas dentro de las universidades y municipios, hasta políticos que tomaron la causa palestina ciegamente como parte de su agenda, basta el ejemplo de un diputado que incluso se tatuó “Viva Palestina”.
Como respuesta sucedió lo siguiente: La ciudad sureña de Valdivia influenciada por el BDS aprobó una moción, la cual califica a la misma como “zona libre de apartheid” en demostración de su apoyo a la Autoridad Palestina. Esta iniciativa está dirigida por el alcalde de la ciudad, Omar Sabat, de ascendencia palestina quien es parte de esta comunidad que reside en Chile.
El intendente ha optado por seguir una serie de actividades que afectarían en el futuro la función comercial de empresas israelíes en la ciudad de Valdivia, esto implica un rechazo de facto a la municipalidad en contratar cualquier empresa vinculada con Israel. Esta última acción podría afectar a empresas israelíes que ya están trabajando en Chile, es sólo el principio de algo que si nos hubiéramos fijado antes quizás se podría haber evitado.
Frente a esto la Organización de la Comunidad Chilena de Israel presentó al contralor del gobierno chileno una denuncia en contra de la nefasta actitud de Omar Sabat, para que se cancele de inmediato este decreto. Chile e Israel tienen una larga historia basada en buenas relaciones, hay que tener en cuenta que Chile fue uno de los países que reconoció a Israel en 1949 y después de los que apoyaron a que se una a las Naciones Unidas. Esta última actitud del intendente, no será lo que logre deshacer esta positiva relación entre los países, pero sin dudas no representa la verdadera imagen del pueblo chileno que ya se puso manos a la obra para combatir esta injusticia. ■