Una encuesta publicada por el Canal 13 de la televisión, elaborada después de que el fiscal general, Avichai Mandelblit, anunciara el procesamiento del primer ministro, Benjamín Netanyahu, revela que la mayoría del público, el 56% cree que Netanyahu no puede continuar en el cargo.
En cambio, el 35% de los encuestados opina que Netanyahu puede seguir en el puesto de primer ministro, y un 9% “no sabe”.
La encuesta sugiere que si las elecciones se llevaran a cabo el día de hoy, el partido Azul y Blanco (Kajol Laván) encabezado por el ex jefe del Estado Mayor, Benny Gantz, sería la agrupación política más votada con 36 escaños en el Parlamento (Knéset). El Likud, de Netanyahu, le pisa los talones con 33 asientos. El partido nacionalista secular Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), liderado por el diputado Avigdor Liberman, obtendría ocho escaños y sigue siendo el fiel de la balanza, o lo que se suele conocer como el “hacedor de reyes”.
La Lista Conjunta árabe sería el tercer partido más votado con 13 escaños. Le siguen: el partido ultra ortodoxo ashkenazi Judaísmo Unido de la Torá (Iahadut Hatorá) con 6 diputados, al igual que el ultra ortodoxo sefardí Shas y la Nueva Derecha. La unión Laborismo-Guesher, Unión Democrática y Derecha Unida obtendría 4 escaños cada uno, respectivamente.
Con esta constelación, el bloque de izquierda alcanza 57 escaños, y el bloque de derecha 55. O sea que estamos con el mismo resultado que en las últimas elecciones de septiembre. En el mapeo de bloques, nada ha cambiado.
Cuando se les preguntó a los encuestados “¿Quién considera que es el responsable si el pueblo israelí concurre a las urnas por tercera vez en el año?” El 35% apuntó a Netanyahu, el 27% a Liberman y el 25% a ambos. Solamente el 4% señaló a Gantz como culpable.