La luz de la Torá. Reflexión.

Luz y su etimología.

Muchos dicen que la palabra luz proviene del latín lux y este del griego liki que significa alba o luz. Para algunos liguístas las voces lux y liki se derivan de la raíz indoeuropea leuk.

Luz y su definición.

La luz se define como una forma de energía que ilumina las cosas, las hace visibles y se propaga mediante partículas llamadas fotones.

Luz natural y  luz artificial.

Si bien es un terreno conocido que la luz natural o la luz solar y de sus beneficios y que sin ella no sería posible la vida. Y es que en el proceso conocido como fotosíntesis (o función clorofílica) donde los vegetales pueden formar materia orgánica a partir de sustancias inorgánicas mediante la energía aportada por la luz solar.

Por otro lado, en el cuerpo humano interviene en la activación de la vitamina D, y obvio que la luz impresiona en la retina del ojo y posibilita el proceso de la visión, donde dicho estímulo se transmite rápidamente a la corteza occipital (parte posterior de la cabeza o nuca) de nuestro cerebro posibilitando generar una imagen correcta de todos los objetos que se encuentran a nuestro alrededor.

De hecho, en medicina hay un viejo dicho que dice: “donde entra el sol no entra el doctor” y alude al conocido efecto bactericida de la luz solar.

Por otro lado, la fototerapia es una herramienta de tratamiento en el ámbito médico. Un recurso terapéutico, es decir se trata de una radiación que puede aplicarse en su forma visible, así como en el espectro del infrarrojo y de los rayos ultravioletas.

La luminoterapia es de gran utilidad para el tratamiento en neonatología, cuando hay niños que al nacer tienen la bilirrubina o pigmento que proviene de la degradación de la hemoglobina en cantidades elevadas y que pueden dejar secuelas en el sistema nervioso.

También es beneficiosa en procesos inflamatorios dermatológicos, en la psoriasis, en enfermedades neoplásicas o tumorales como la micosis fungoide, y la luz LED que estimula la síntesis de colágeno y es de utilidad en medicina estética, para minimizar surcos y arrugas.

La luz de la Menorá. Final.

Si bien requiere de elementos materiales, alude a una luz espiritual, que trae al hombre en general y al judío en particular un esclarecimiento interior, que permite apreciar la verdad en la realidad, y que conduce a toda persona a experimentar sentimientos de paz, de amor y de felicidad. Y un singular sentido de conexión o unidad con todo el Universo creado.

De esta forma pasamos de lo material a lo espiritual, que implica la única guía práctica y potable y sustentable en el tiempo que provoca luz (la Torá) en nuestro interior, y que se traduce en alegría y bienestar de toda índole para nosotros y nuestro entorno y para todo el mundo el mundo entero.

Ya que no se puede mejorar el mundo, sin mejorar primero a las personas que habitan en nuestro planeta.

El encendido de las velas del Shabat o en la celebración de Janucá, y que permanecen, aún después de la destrucción del Sagrado Templo, explican todas las palabras, y solo pueden ser completamente entendidas por aquellos que ejecutan el acto simple de encender y querer recibir luz de acuerdo al eterno mandato que anida en las Sagradas Escrituras.

Shavua tov

por el Dr. Natalio Daitch