Mansour Abbas - Foto Knéset

En un intento por justificar el incumplimiento de sus reiteradas promesas de no formar un gobierno con el apoyo de la Lista Árabe Unida (Ra’am) debido a su oposición a la existencia de Israel y al respaldo de las organizaciones terroristas palestinas, el nuevo primer ministro Naftali Bennett está retratando Ra’am como un partido islámico pragmático que busca promover los intereses del sector árabe israelí. Pero el pragmatismo no debe confundirse con la moderación.

¿Hasta qué punto un partido cuyas raíces están en el movimiento de los Hermanos Musulmanes, y cuya historia está enredada con la lucha contra el sionismo y el Estado de Israel, es capaz de renunciar a sus objetivos religiosos y nacionales y conformarse con logros municipales?

Esta pregunta es especialmente pertinente a la luz de los inevitables enfrentamientos entre Israel y Hamas, que es un movimiento hermano de la Lista Árabe Unida (Ra’am).

Desde el inicio de la Hermandad Musulmana a finales de la década de 1920, su fundador Hassan Banna caracterizó el “problema de Palestina” como un tema central para el mundo musulmán e hizo todo lo posible para apoyar la lucha contra el sionismo. La Hermandad Musulmana participó en la “Revuelta Árabe” (1936-39) en la Palestina del Mandato [Británico] y envió fuerzas voluntarias para participar en la guerra de 1948. No es por casualidad que la apertura de la Carta Fundacional de Hamas (Hamas es la rama palestina de la Hermandad) cita la promesa de Banna de que «Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo destruya, tal como lo hizo con otros antes».

El Movimiento Islámico Israelí fue establecido en la década de 1970 por Abdullah Nimr Darwish de Kafr Qassem. Al principio, el movimiento se centró en actividades caritativas y dawa, como la fundación de mezquitas y organización de grupos para el Corán y estudios religiosos. A fines de la década de 1970, Darwish estableció la organización Usrat al-Jihad (Familia de la Jihad), que participó en actividades terroristas en Israel. Como resultado, Darwish y sus camaradas fueron arrestados, pero fueron liberados en el canje de Jibril de 1985.

A partir de ese momento, Darwish tuvo mucho cuidado en enfatizar que actuaba dentro de los límites de la ley israelí mientras instaba a los palestinos y sus simpatizantes a continuar la lucha contra Israel. Los Acuerdos de Oslo precipitaron una escisión en el Movimiento Islámico entre la Rama Sur, encabezada por Darwish e Ibrahim Sarsur, que favorecían la participación en la Knesset [Palamento israeli], y la Rama Norte, encabezada por Raed Salah y Kamel Khatib, que se oponían a dicha participación. En noviembre de 2015, la Rama Norte fue declarada ilegal y sus líderes encarcelados, donde aún permanecen. La Rama Sur, en marcado contraste, está ahora representada en la Knesset por el Partido Ra’am, que también forma parte de la coalición gobernante.

El apoyo de la Rama Sur para participar en el sistema político israelí fue explicado en 2006 por Sarsur, entonces jefe del Partido Ra’am, quien declaró: “Nuestra participación en las elecciones de la Knesset no anula nuestra ideología, según la cual el gobierno sobre la tierra, o al menos sobre la tierra árabe y musulmana [incluido lo que ahora es el Estado de Israel], debe ser un gobierno islámico bajo el liderazgo de un califa”.

No sorprende, entonces, que la Rama Sur haya expresado su apoyo abierto a la “lucha armada contra la ocupación” palestina en la Ribera Occidental [Cisjordania] y la Franja de Gaza, y al movimiento hermano Hamas en particular. «Estamos seguros de que Hamas llevará al pueblo palestino hacia el progreso y logros», declaró Sarsur después de la abrumadora victoria de Hamas en las elecciones parlamentarias palestinas de enero de 2006. “Los palestinos eligieron a Hamas para que los llevara a logros, no a desastres, y creemos que el enfoque de [el primer ministro Ehud] Olmert tiene como objetivo empujar a la región hacia un oscuro túnel. El mundo debe honrar la decisión de los palestinos”.

El periódico del movimiento as-Sirat, desde sus inicios hasta la actualidad, ha ofrecido una cobertura positiva de Hamas junto con expresiones antiisraelíes y antisemitismo abierto. En diciembre de 1989, por ejemplo, cuando Darwish era editor del periódico, afirmó que “Satanás cultivó la afirmación de la superioridad de la raza nazi sobre la humanidad en general. Ahora sus descendientes reclaman la superioridad de una determinada raza sobre todas las demás. Satanás ha encontrado a sus agentes, de carne y hueso, que cumplen con gozo su doctrina satánica. Quien se respete a sí mismo debe enfrentarse a Satanás y su ejército. Solo la legión de la fe, cuando está unificada, puede revocar su consejo». El concepto antisemita de los judíos como soldados de Satanás aparece con frecuencia en las publicaciones de la Hermandad Musulmana, incluida la Carta de Hamas, generalmente en el contexto del hadith sobre la gran batalla del Día del Juicio en el que los musulmanes aniquilarán a todos los judíos de la tierra.

La promesa del líder de Ra’am, Mansour Abbas, al tomar el juramento del cargo de la Knesset, de «devolver las tierras ocupadas que fueron confiscados a nuestro pueblo”, no salió de la nada. Mientras que para occidentales e israelíes el término «territorios ocupados» se refiere a la Ribera Occidental y la Franja de Gaza, capturados por Israel durante la guerra de 1967, en lo que respecta a los eruditos religiosos de la Hermandad Musulmana (por no mencionar el movimiento nacional palestino que incluye la OLP, junto con la abrumadora mayoría de árabes israelíes), todo el territorio israelí es «tierra ocupada». De hecho, las diferencias ideológicas entre las ramas del norte y del sur son menores, como lo atestiguó en 2011 Kamel Khatib, subdirector de la rama del norte: “En la etapa actual hay entendimientos entre las dos ramas del Movimiento Islámico, y espero esto tomará la forma de la unificación del movimiento. Especialmente ahora que el jefe de la Rama Sur, Sheikh Hamad Abu Dabas, ha proclamado que si el precio de unificar el Movimiento Islámico es la no participación en las elecciones de la Knesset, entonces no participarán en ellas”.

Desde entonces, se han producido cambios significativos en la situación del Movimiento Islámico, de los cuales el principal es la ilegalización de la Rama Norte. Sin embargo, todavía existe una paradoja intrínseca entre la ideología del Movimiento Islámico / Ra’am y sus actividades pragmáticas. Así, por ejemplo, el Movimiento Islámico opera la Fundación Al-Aqsa, una organización sin fines de lucro, que lleva a los fieles a rezar en la Mezquita Al-Aqsa para reforzar la presencia islámica en el Monte del Templo y evitar que los judíos ingresen. El Movimiento Islámico también patrocina manifestaciones llenas de incitación contra el supuesto peligro para la mezquita y lleva a cabo campañas de recaudación de fondos para su mantenimiento.

Durante los disturbios de 2021, el Movimiento Islámico realizó manifestaciones en apoyo de los árabes israelíes de las ciudades mixtas contra la «agresión de las autoridades estatales», y los sitios web del movimiento convocaron manifestaciones (es decir, disturbios) de miles de personas en Akko y Jaffa. La Rama Sur también se identificó con Hamas durante la última guerra de Gaza, en un momento en que la organización terrorista lanzaba miles de cohetes y misiles sobre las ciudades y pueblos de Israel.

Cabe, entonces, preguntarse cuánto tiempo y en qué medida Mansour Abbas, como representante de los Hermanos Musulmanes en la Knesset y en el gobierno israelí, podrá conformarse con logros municipales para sus electores mientras encubre los objetivos ideológicos que guían su camino.

Fuente: BESA Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos

El Teniente Coronel (res.) Dr. Shaul Bartal es investigador asociado en el Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos.

Compartir
One thought on “La Hermandad Musulmana dentro del gobierno israelí”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.