La Federación de Trabajadores de Israel llama a huelga por la crisis de Teva

El presidente de Histadrut (Federación General del Trabajadores) Avi Nissenkorn ha convocado una huelga general para la mañana del domingo que viene en solidaridad con los trabajadores de Teva Pharmaceutical Industries Ltd., que planea despedir a 3.000 empleados en Israel.
Junto a los principales comités obreros de Israel, incluidos los siete comités obreros de Teva, Nissenkorn anunció que todos los empleados públicos, el transporte público, el aeropuerto Ben Gurión, las clínicas de las organizaciones de salud (kupot jolim), los bancos y la bolsa atacarían la mañana del domingo hasta el mediodía en solidaridad con el empleados de Teva, mientras que comenzaría una huelga indefinida en Teva.
El gerente general de Teva, Kare Schultz, anunció los planes de “modernización” de la compañía, ya que el gigante farmacéutico se esfuerza por pagar la deuda de 35.000 millones de dólares.
Nissenkorn manifestó: “Teva ha recibido 22 mil millones de shekels de beneficios impositivos desde 2006. 22 mil millones que los ciudadanos de Israel le dieron a la compañía. Sabían cómo tomar ese beneficio y ahora le están dando la espalda al país. El gobierno no puede dar la espalda pero debemos exigir una solución y una visión genuinas. Hemos demostrado antes que cuando una empresa está en problemas nos unimos a su causa”.
Añadió: “Es inconcebible que la junta directiva de Teva se muestre indiferente cuando liquida a Teva en Israel y borre la visión de quienes la fundaron. ¿Dónde está la dignidad humana? Los empleados de Teva están diseminados por todo el país desde Kiriat Shmona hasta el Néguev, en Jerusalén, Ashdod y Shoham. Son trabajadores que están orgullosos de sus lugares de trabajo. Teva, el buque insignia de la industria israelí, se ha convertido en la ruina industrial de Israel. La compañía surgió gracias a una invención en el Instituto Weizmann, pero hoy está desperdiciando su condición de empresa israelí y abandonando la visión de sus fundadores como una empresa de desarrollo israelí. No habría sucedido si los fundadores todavía estuvieran en la administración de Teva. Los que no conocen el pasado no conocen el futuro”.
“Los responsables de este desastre son la junta directiva y la gerencia. Llevan a cabo acuerdos fallidos y ponen cientos de millones de shekels en sus bolsillos. El actual director general recibió una tarifa de 20 millones de dólares por su designación y esto lo pagan los trabajadores”.