La Corte Suprema de Justicia israelí debate hoy una petición para prohibir que una persona acusada pueda formar gobierno, cuestión que afectaría directamente al primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, pero los jueces parecen preferir quedarse al margen del juego político y enfrentar la cuestión solo cuando esta se produzca.
La presidenta de la corte, Esther Hayut, señaló que no hay impedimentos legales para que Netanyahu se presente a los comicios del 2 de marzo y trate de ser reelegido, y varios miembros del panel de tres jueces que evalúa la cuestión consideraron «irrelevante» decidir si podría o no recibir el encargo de formar gobierno antes de que tenga lugar el voto, informó hoy el diario Haaretz.
El panel, de hecho, no decide en esta audiencia (vista) sobre la cuestión, sino que únicamente debate si la Corte, con un panel más amplio, de nueve jueces, debe o no decidir antes de las elecciones, como pide un grupo de 67 académicos y empresarios.
Anunciar un veto para formar Ejecutivo de antemano podría tener una clara repercusión en los resultados electorales, ya que podría desincentivar el voto a un candidato que no podrá ser primer ministro.
La Fiscalía General (órgano que decidió en noviembre acusar a Netanyahu de tres cargos de corrupción), ha denunciado que la petición es «un intento de meter al sistema judicial en el sistema político», y pidió la semana pasada a la Corte que la descarte por plantear «una cuestión teórica» y no responder una situación real.
Netanyahu, por su parte, rechaza que el más alto tribunal se inmiscuya en el proceso de elección de gobierno y afirma que «en democracia, la soberanía emana únicamente del pueblo. Si no, no es democracia».
Israel se encuentra en una situación de bloqueo político sin precedentes desde el pasado abril, con dos comicios generales que no han logrado arrojar un gobierno, en parte por las escasas mayorías de los grandes partidos, que necesitan muchos socios para gobernar, y en parte por la delicada situación legal de Netanyahu, acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de corrupción.
El que ha sido primer ministro durante la última década tiene hasta la medianoche de mañana, 1 de enero, para decidir si solicita al Parlamento la inmunidad y evita así ser sometido a juicio. EFE